Todos los miembros del Ciclo se habían reunido en la sala de juntas.
En ese momento, todos ellos estaban mirando a alguien sentado en el suelo con la cabeza agachada.
Era el hombre de cabello negro y silencioso.
Su nombre era Neron, y había sido uno de los Novatos del Ciclo.
Sí, había sido.
Kiara y Selina tomaron una respiración profunda mientras miraban el cadáver de Neron.
Era casi como si Neron todavía estuviera vivo.
Neron siempre había sido un hombre callado, pero cada vez que hablaba, demostraba que sus palabras eran invaluables.
Había sido muy inteligente y minucioso siempre que trataba algo.
Su arma preferida había sido un par de dagas, y siempre había sido quien se encargaba de las misiones sutiles pero importantes.
Si el Ciclo necesitaba un espía, habrían elegido a Neron para la misión.
Pero ahora, estaba muerto.
Ardum se sentaba a la cabeza de la mesa, y en este momento, solo podía suspirar.