—Cuando finalmente terminó con Behryn y los demás —Reth corrió de vuelta a la ciudad para encontrar a Elia. Pero no la había visto en ningún lugar del Mercado o de la plaza, y tampoco estaba en su cueva cuando fue a verificar con los guardias que esperaban en la entrada del sendero, para escoltarla si ella iba por ese camino. Le dijeron que el consejo de mujeres se la había llevado y que se les había dicho expresamente que no debían estar cerca de la cueva de Aymora.
Reth sabía que el riesgo para Elia era mucho menor ahora que se habían apareado, pero su piel aún hormigueaba de ansiedad mientras corría hacia la cueva de Aymora, rezando a El Creador que no la hubieran llevado más adentro del bosque. Añoraba verla y asegurarse de que estaba bien. Y todavía no se sentía cómodo con que ella anduviera sin guardias. Pero en su camino de regreso, la vio en los puestos con tres de las hembras del Consejo de Mujeres.