Mientras Jia Li se acercaba al comedor con el anciano, todas las miradas se dirigieron hacia su dirección.
Todo el mundo sabía que la invitada del anciano ya había llegado, así que todos estaban curiosos acerca de ella y querían saber y ver quién era.
Para su sorpresa, vieron a una joven vestida sencillamente y sosteniendo la mano del anciano. Comenzaron a preguntarse cuán importante era ella para el anciano.
No vieron nada especial en Jia Li, así que estaban a punto de decepcionarse. No podían esperar a que el anciano la presentara ante ellos.
Jia Li se sentía nerviosa y tímida ante las miradas curiosas dirigidas hacia ella. El anciano notó que estaba nerviosa, así que le dio unas palmaditas en la palma de la mano y la miró sonriendo.
Jia Li le devolvió la sonrisa y caminó con él hacia su asiento.
El mayordomo Gu preparó el asiento del anciano para él, y Jia Li lo acompañó para que se sentara.