—Ella hizo esto porque ninguna de las escuelas y sus estudiantes, aparte de la Academia Jixia, nos había ofendido o humillado. La estudiante Qin Yan tiene una moralidad clara. Así que no intentes jamás razonar con ella usando la moralidad. Además, si no estás contento, puedes guardar tus sentimientos para ti mismo. No necesitas arruinar el ánimo de nadie más, incluyéndome a mí —advirtió severamente el Director Guo.
Qin Muran fue así regañada duramente por el Director Guo. Estaba extremadamente avergonzada y las lágrimas no pudieron dejar de caer de sus ojos. Se excusó y corrió de vuelta a su habitación.
Incluso después de que Qin Muran se fue, el ambiente aún estaba algo tenso. Director Guo y el señor Lao suspiraron.
Hoy fue un gran día pero el ánimo de todos fue arruinado por Qin Muran. El Director Guo no quería dejarla ir así como así. Se hizo una nota mental para mencionar este incidente al director.