—Oh no —fue todo lo que Amelie alcanzó a decir antes de que una masiva pared de hielo la golpeara desde arriba aplastándola contra el suelo. El terreno se agrietó bajo el peso del pilar. Amelie intentó decir algo, pero la fuerza presionándola contra el suelo era demasiado para su mandíbula.
Kat ya no podía ver lo que ocurría debajo del pilar de hielo, pero solo pasaron unos momentos antes de que comenzara a resquebrajarse. Varios fuertes golpes retumbantes acompañaron cada grieta que se agrandaba más y más.
Shizuka, observando esto, convocó tres signos más de tres anillos apuntando al lugar donde Amelie estaba atrapada. Con un golpe final el hielo se quebró y Amelie se empujó sobre sus pies, solo para ser recibida con una granizada de carámbanos.