—Perdí contacto con ellos hace mucho tiempo, pero conozco a Felice. La tonta mujer que se enamoró de su objetivo y trajo al mundo a un monstruo —la abuela Zhu hizo una pausa deliberada mientras apretaba los labios en una línea apretada una vez más. Había pasado un tiempo desde que había pensado en su vieja amiga.
—Solía ser su cliente cuando aun trabajaba sola. Es la mejor asesina de su generación —única en su especie. Era una mujer peligrosa. Aunque ella es más joven que yo, me da miedo —continuó en voz baja, sintiendo este peso en su corazón al pensar en esa amiga—. Sé que incluso si tuviéramos la misma edad, nunca la superaría. Ya sea en astucia o fuerza —ella es así de increíble.
—Parece que sí lo es —primo asintió de acuerdo—. Si la encontrara, podría querer casarme con ella.