—Ya puedes irte —tío Darien se frotó la frente.
Lucas sonrió y luego corrió apresuradamente fuera de la oficina. Él podía sentir que a tío Darien no le había gustado mucho lo que dijo.
¿Pero qué podía hacer?
Él era solo el mensajero, ¡ah!
Tío Darien leyó el reporte que Lucas le trajo, sus ojos brillaron de sorpresa por el contenido que le fue presentado.
Parecía que el asunto de estos animales mutados no sería tan fácil de resolver.
Al menos, no por ahora.
¡Toc! ¡Toc!
—Adelante.
La puerta se abrió y dos hombres de mediana edad entraron. Tío Darien reconoció a los dos como Matthias, el padre de Marcos, y también a Kenan, el segundo tío de Lucía. Los dos eran dos de los cinco líderes de la base que eran responsables del lado militar y de seguridad.