Cuando Gabe volvió a poner a Arabelle sobre sus pies, respondió afectuosamente:
—Lo siento, señorita Arabelle. Eres demasiado rápida para mí, así que tengo que asegurarme de atraparte.
Arabelle brilló con el elogio y se giró para mirar a Otoño. Una mirada se cruzó entre las dos hermanas y al siguiente minuto, Otoño se acercó sigilosamente detrás de Gabe y le tocó el hombro:
—Tú la llevas. Parece que eres 'ello' otra vez…
Con la risa resonando, las dos hermanas luego escaparon de él mientras él entrecerraba los ojos:
—¡Oh! Te vas a arrepentir de eso…
Le llevó un momento darse cuenta de que realmente había calculado mal cuando él volteó su atención hacia ella, persiguiéndola sin descanso, mientras sus largas zancadas rápidamente cubrían la distancia entre ellos. Entrando en pánico, ella corrió alrededor del columpio, intentando usarlo como barrera. Pero incluso así, casi fue atrapada, cuando sus dedos rozaron su espalda, fallando por poco mientras ella lograba escabullirse.