—Cuéntame otra vez cómo la mujer que solía amar a tu marido se ha enamorado de la esposa del hombre en su lugar —dijo Evan mientras yo volvía a mi habitación después de la cena.
—Ella no me ama. Es puramente sexual —aclaré.
—¿Cómo sabes eso?
—Tuvimos una conversación sobre esto hace bastante tiempo. Admitió que solía tener sentimientos por Dem y todavía le gustaba, sin embargo, no tanto como antes. Y también dijo que quería saber lo que se sentía tener sexo con un humano y... envidiaba a Dem porque él había tenido —dije.
Vi algo centellar en sus ojos dorados, algo bastante inusual. Sin embargo, rápidamente volvió a su viejo ser y se rió.
—Bueno, eso es bastante directo —dijo.
—Ella es directa. Has escuchado cómo habla.
—Le toma un poco de tiempo sentirse cómoda y cuando lo hace, ya sabes, escuchas todo tipo de cosas saliendo de su boca —dijo.
—Es bueno tener a ese tipo de persona como enemiga o aliada. De cualquier manera, es mejor que esos tercos herejes —dije.