—Continúa mamá —insta Eleanor—. ¿Quién es nuestro padre?
—Vuestro padre está vivo y vive aquí en Baltimore. Su… su nombre es Shawn Hudson.
Eleanor y Elvis intercambiaron miradas sorprendidas, sus expresiones una mezcla de sorpresa y realización.
La revelación quedó en el aire, finalmente pronunciada después de años de silencio.
Kathleen, entre sus lágrimas, sintió un sentido de alivio al finalmente compartir esta carga con sus amados hijos.
—Así que ese hombre es realmente nuestro padre —murmuró Elvis para sí mismo—. Ya no necesitaba gastar su energía buscando pruebas o pistas.
Para Elvis no fue tanto una revelación, ya que podía asociar la cara del hombre en las noticias con el nombre.
Pero lo mismo no se podía decir de Eleanor, cuyo ceño se frunció. —¿Shawn Hudson? ¿Lo hemos visto antes?
—No creo. —Kathleen estaba más relajada discutiéndolo con los niños una vez que el misterio a su alrededor había sido revelado.