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Los líderes de la Libélula Roja expresaron rápidamente su lealtad a Mina, incluidos aquellos que habían apoyado a Mary y los que eran neutrales bajo el Conde.
Todos ellos juraron su lealtad a Mina, como si los occidentales estuvieran acostumbrados a este proceso.
Al final, solo Mary y Fernan permanecieron en silencio.
Los ojos de todos estaban fijos en ellos dos.
Fernan se sintió un poco incómodo al ser observado por todos, solo pudo encogerse de hombros impotente y decir:
—No tengo objeciones. Ustedes deciden quién es el jefe. En resumen... Soy miembro de la familia Madan, y también miembro de la Libélula Roja. Mientras elijan un líder, definitivamente obedeceré las órdenes del líder.
Esta declaración estaba dentro de las expectativas de los líderes. Fernan siempre había sido un personaje tipo buda que estaba alejado de los asuntos mundanos.
Todos se volvieron a mirar a Mary.