Chu Yue sostuvo la mano de Yu Tian y dijo débilmente —La persona que me hirió es muy buena en la cultivación. No trates de vengarte de nosotros. ¡Todavía no estás a su nivel!
A pesar de estar en ese estado, ella seguía pensando en sí misma. Yu Tian sintió un calorcito en su corazón y dijo indiferente —No soy tan débil como crees, pero no actuaré impulsivamente. ¡Deberías descansar!
Chu Yue agregó —Tu identidad es especial. La familia nos pidió que te protegiéramos, no que te controláramos. Si algo te sucediera, ¡no podríamos asumir esa responsabilidad!
Yu Tian había escuchado esas palabras hace mucho tiempo. Sonrió y dijo —Yo soy quien decide mi vida. Si no me preocupo por mi propia gente, ¿qué tipo de persona sería? No tienes que preocuparte. ¡La persona que puede matarme aún no ha nacido!