Daniel estaba frente a un ejército de cultivadores heroicos sobre lo que una vez había sido un pantano venenoso. Fe estaba a cierta distancia de él, y cientos de Ancianos flotaban detrás de ella.
La alianza había desplegado ambos ejércitos tras la habitual pelea entre las potencias, y los expertos de la familia Elbas habían salido volando para enfrentarlos.
Daniel y Fe miraron al masivo ejército de las Realezas antes de intercambiar una mirada preocupada. Como líderes de sus respectivas tropas, su misión era contener las pérdidas y salir victoriosos del conflicto. Sin embargo, la familia Elbas había desplegado más cultivadores heroicos que sus grupos juntos.
Ese extraño fenómeno había estado sucediendo por un tiempo hasta entonces. Las Realezas aumentarían progresivamente el número de activos heroicos desplegados en cada batalla, haciendo parecer como si no hubiera límite para su poder.