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Noah había decidido moverse hacia el norte simplemente porque sintió que venían más ondas de choque energéticas de esa dirección, no le importaba para nada la situación política de esos territorios.
Pocos especímenes de rango 5 quedaban en la manada de bestias aladas, pero todos ellos estaban ocupados luchando contra seres de su mismo nivel.
La cadena montañosa en el centro del continente todavía estaba habitada por criaturas poderosas que no habían migrado en los últimos meses, y Noah siempre lograba obtener algo de sus batallas contra los imprudentes restos de la manada.
Principalmente se apoderaba de sangre, pero a veces lograba robar pequeñas partes del cuerpo.
Por supuesto, nunca se aventuraba demasiado adentro del continente.
Allí incluso había seres de rango 6 que la manada de bestias aladas había elegido evitar hasta que sus líderes regresaran a su punto máximo.
Noah no se atrevía a invadir sus dominios.