"En la habitación VIP del 8º piso, Ye Qichen estaba enroscado en la cama como un gatito, mirando fijamente un pequeño tarro en la almohada. No parpadeó ni una vez mientras miraba el tarro, sus espesas pestañas rizadas embelleciéndolo aún más.
Había una tableta blanca en el pequeño tarro que apreciaba tanto. Simplemente la miraba todo el tiempo con una dulce y tonta expresión en su rostro.
De vez en cuando la tomaba y sacaba la pequeña tableta, pero no se atrevía a comerla. Luego, después de mirarla durante un rato, la volvía a guardar en el tarro.
Estaba contando el tiempo para cuando Qiao Nian volviera a venir.
Había pasado casi un día completo, y ella aún no había venido.
Ye Qichen se sentó con las cejas fruncidas en su pequeño rostro. Pensó en su comportamiento ese día.
Quizás no se comportó lo suficientemente bien.