—Para cuando Alicia y Zeke volvieron y se reincorporaron a la fiesta, Zeke se dio cuenta de inmediato de lo preocupados que estaban todos los demás por ellos, incluso mientras les sonreían a ambos. Sin embargo, fueron lo suficientemente discretos como para no preguntarles directamente cuál era el problema o si estaban bien.
—Era obvio que todos habían sentido el ominoso poder que él sin querer había liberado hace un rato. Se sentía realmente mal por eso. Hoy se suponía que era un día feliz para todos.
—Justo cuando Zeke estaba abriendo su boca y a punto de disculparse con todos por ser un aguafiestas y arruinar el ánimo de este evento alegre e importante, Alex subió al escenario y le habló a Charles. Su cara ya prometía todo tipo de problemas.
—Creo que el castigo de Zeke de hace un rato no estaba realmente terminado, ¿verdad, Charles? —preguntó, haciendo que todos cambiaran su atención al amo del evento.