Este capítulo está dedicado a @Hungaro. ¡Gracias por el super regalo!
Alicia reunió cada gramo de terquedad que pudo para evitar pedirle que simplemente... la besara. Pero incluso eso no fue suficiente.
La tentación que era Ezequiel era demasiado fuerte, y ella estaba indefensa ante sus ataques directos. Su mirada ardiente, su pulgar en sus labios, su contacto piel con piel... la creciente carga entre ellos era tan palpable que amenazaba con estallar en cualquier momento. Todo era simplemente demasiado insoportable para que Alicia lo soportase. Solo quería gritarle que siguiera adelante y la devastara. Y ese pensamiento la hizo sobresaltarse de sorpresa, de sí misma y de lo lujuriosos que se habían vuelto sus pensamientos.