Con el ceño fruncido pegado a su pequeña cara, Iryz frotaba los escalofríos que habían brotado repentinamente por toda su piel. Había sentido la presencia de alguien en la habitación antes y no era realmente algo malévolo o algo por el estilo. Sin embargo, su mente entonces lentamente pensó en las películas de terror que había visto antes, causando así la aparición de todos esos escalofríos. Luego se dio la vuelta y escaneó la habitación para comprobar y ver si había algún espíritu rondando.
Un suspiro silencioso escapó de sus labios al ver que no había ningún sangriento fantasma detrás de ella. ¿Era solo su imaginación?
Iryz inclinó su cabeza hacia un lado. Algo parecía estar mal con esa presencia que había sentido.
De repente, Zeres se levantó de la silla en la que estaba sentado. Sus ojos estaban abiertos de par en par, como si algo lo hubiera sacudido para despertar de su sueño.