Su acción repentina hizo que Alicia jadease de sorpresa mientras él se cernía sobre ella. Algo extraño brillaba en sus ojos helados mientras la miraba fijamente con dureza. Su mirada y acción en ese momento deberían haber provocado un miedo genuino y fuerte desde lo más profundo de sus huesos, pero algo dentro de Alicia le decía que no necesitaba tener miedo y que no había necesidad de acobardarse ante él. Por eso, ella le devolvió la mirada desafiante y con todo lo que tenía.
—Si estás tratando de asustarme actuando así... lo siento por decepcionarte, pero una finta como esta no logrará... —Alicia empezó a decir.