Pronto llegó el miércoles.
Finalmente era el quinto día. ¡Dos días más y Alex volvería!
Abi extrañaba mucho a Alex y cada día se ponía peor. No había tenido ningún contacto con él en absoluto; ni un solo mensaje de texto o una llamada. Abi podría haber comenzado a preguntarse si ella lo había inventado en su cabeza si no fuera por la profunda tristeza en su corazón, diciéndole que él no era solo un producto de su imaginación porque sus sentimientos eran muy reales.
Afortunadamente, ese día, Kelly irrumpió de repente en el orfanato, agitando un sobre en el aire mientras corría hacia Abi, como si quisiera salvarla de otro día doloroso.