—Está bien, la tarjeta de 280,000 dólares que el Viejo Maestro Yates te dio todavía está conmigo. Usaré el dinero para pagar el costo —Sharon asintió y se volvió para salir de la sala.
June se puso ansiosa al instante cuando escuchó esto. —¿Qué? ¿Tarjeta? ¿Qué tarjeta? ¿Dónde está la tarjeta?
—Es un regalo del Viejo Maestro Yates para mí por la cotización de mi empresa —dijo Wallace con calma.
—¿Existe algo así de bueno? —June se emocionó instantáneamente—. ¡Quién hubiera pensado que esto le ahorraría 200,000 dólares!
—Doctor, ¿cuánto es el costo del tratamiento esta vez? —Sharon miró al médico de guardia y preguntó.
—En realidad, las lesiones internas del paciente casi se han recuperado. Lo que queda son lesiones externas y cuidado. No cuesta mucho. Sólo cuesta de diez a veinte mil dólares.
Al escuchar esto, los ojos de June revolotearon y su corazón se movió de inmediato. ¡Esa era una tarjeta con 280,000 dólares! ¡Todavía quedaban 260,000 dólares!