—...¡Crystal! Felicidades, Crystal... —En un instante, todo el lugar estalló en aplausos; la victoria de Crystal era bien merecida.
Otra razón para su entusiasmo era el hecho de que Crystal representaba a la minoría de personas que lograban justicia. Trabajó duro para perseguir su sueño y confió en su verdadero talento para tomar el control de su vida. Esto era una fuente de motivación para muchas personas dentro y fuera de la industria del entretenimiento.
Al menos, había alguien que no dependía de su trasfondo para avanzar en la industria. Esto abría a todos a infinitas posibilidades.
Mientras recibía el trofeo, Crystal lloraba como un bebé.
—Lila, lo logré. Lo logré... —murmuraba con el trofeo en su mano derecha.
Mientras tanto, los jueces se reían. Crystal era demasiado adorable y la forma en que se expresaba honestamente, era muy encantadora.
—Esta niña tiene un futuro prometedor.