Dentro del tranquilo y lujoso hotel, Mandy y Luka disfrutaban de una cena juntos.
Luka cumplió su promesa. Desde que acordó que no conocerían a sus padres, no le dificultó las cosas a Mandy. Sin embargo... al pensar en la sugerencia de Luka de ir a su casa después, no pudo evitar sentirse nerviosa; sus palmas comenzaron a sudar.
No se había preparado para llevar su relación al siguiente nivel...
Para ocultar su agitado corazón, Mandy navegó por las noticias en su teléfono mientras comía el filete que Luka había cortado cuidadosamente para ella.
Cada vez que veía una impresionante foto de Lila, se alegraba; y cada vez que veía una foto vergonzosa de Minnie, se quejaba.
Al final, después de la cena de celebración, se encontró con la noticia de que Charlene había sido golpeada seriamente y una foto como prueba.
Mandy levantó la cabeza y miró a Luka antes de mostrarle el teléfono:
—¿Fue obra del Jefe?
Luka bajó la mirada ligeramente y respondió con un tono confundido: