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Con la llegada de la medianoche, el silencio de la enorme ciudad de Preston fue instantáneamente roto.
Deslumbrantes fuegos artificiales fueron encendidos en este momento.
Estaba nevando fuerte, y en cada hogar se encendieron fuegos artificiales. Explotaban en el cielo, formando hermosos patrones que simbolizaban la llegada del año nuevo.
Febrero era un tiempo especial para las familias en Hansworth ya que se reunían y daban la bienvenida oficial al año nuevo. En esta noche, todos los niños y adultos se iban a jugar toda la noche.
La Mansión de la familia Neal no era la excepción.
¡Aparte de comer, a Luke Yates también le gustaba jugar!
Este pequeño tonto estaba en realidad usando sus manos para encender dos petardos.
Los petardos de 25 centímetros de largo explotaron en su mano. La cabeza del petardo salió disparada hacia el cielo con un siseo, floreciendo instantáneamente hermosos fuegos artificiales.