Connor se sentó frente al piano, tomó una respiración profunda y colocó sus manos sobre las teclas.
Poco después, la música comenzó a sonar, con el hermoso sonido del violín acompañando la creciente melodía del piano.
Al principio, el auditorio no parecía tener grandes expectativas para el dueto entre Connor y Maya. Incluso Priscilla pensaba que era improbable que él pudiera aprender esta pieza en tan poco tiempo.
Pero apenas unos segundos después, las expresiones en las caras de todos comenzaron a cambiar.
Incluso los ojos de Maya mostraron un atisbo de asombro, ya que no esperaba que sus habilidades en el piano fueran tan impresionantes. No solo había aprendido verdaderamente la Melodía de la Noche, sino que también durante la actuación, ella pudo sentir cómo sus propias emociones cambiaban. Su concentración se volvió excepcionalmente aguda, como si se hubiera sumergido completamente en la pieza.