—Alto en el cielo sobre el Crepúsculo, Sunny estaba siendo mutilado por el Señor del Terror. La caparazón de la mariposa monstruosa que había creado apresuradamente estaba maltrecha y desgarrada, sangrando sombras al aire. Las sombras se disipaban en la hermosa radiancia del amanecer, desapareciendo.
—Había pasado meses en la Isla de Aletheia, luchando contra y siendo asesinado por todo tipo de aterradoras criaturas. Por supuesto, había aprendido mucho acerca de sus asesinos durante ese tiempo. La Mariposa Hueca era más difícil de comprender porque carecía de alma, y por ello, su caparazón era áspero e inestable.
—A Sunny no le importaba. Todo lo que le importaba era herir al odioso dragón.