Las primeras semanas de la campaña de la Antártida fueron las más intensas... al menos por ahora. Las divisiones del Primer Ejército avanzaron hacia el sur de manera constante, luchando contra las crecientes hordas de Criaturas de la Pesadilla y estableciendo campamentos estratégicos en el camino. Estos campamentos iban a servir como puntos de tránsito de las redes de evacuación en breve.
A través de ellos, toda la población del Centro Antártico iba a ser trasladada a las capitales sitiadas a la espera de una eventual salvación. Lo mismo ocurría, pero a mayor escala, en la Antártida Oriental, donde vivía la mayoría de la gente del Cuadrante Sur.