La sangre aún goteaba de la cabeza cercenada de Andel cuando abandonaron el castillo. Nephis la sujetaba por el cabello, su rostro tan indiferente como siempre. Parecía como si llevar cabezas humanas no fuera algo que ameritara cambiar las expresiones faciales.
De repente, Sunny vio a Estrella Cambiante de una manera nueva. Hacía mucho tiempo que no se había sentido receloso de ella, pero ahora, comenzaba a preguntarse:
—¿A cuántas personas había matado en el pasado?
Las expresiones faciales de todos los demás, sin embargo, iban desde el asombro hasta el horror. Las personas que habían presenciado el duelo miraban a Nephis como si fuera una especie de ángel vengador. Los demás la trataban como un demonio aterrador.
«Me pregunto... ¿cuánta esencia de almas habrá absorbido con esta única muerte? Tiene que ser mucho, ¿verdad?»