"""
Sunny miró al demonio herido, con una firme expresión de resolución en su rostro.
En este punto, no había motivo para discutir. No tenían más opción que enfrentarse al guardián de la isla ellos mismos. La bolsa de trucos de Sunny estaba vacía de todos modos, al final, sus destinos aún iban a ser decididos por las afiladas espadas.
Alguien iba a morir, y alguien iba a ser el asesino.
—¿Cómo vamos a lidiar con su armadura? —preguntó Nephis.
—Yo atravesaré la armadura. ¿Puedes crear una apertura? —respondió Nephis.
Sunny asintió, sin perder el tiempo en preguntas innecesarias. Si la Estrella Cambiante estaba segura de su capacidad para cortar el caparazón del demonio, él no tenía ninguna razón para dudarlo.