Mientras Víctor y Violeta disfrutaban de su tiempo juntos, unos visitantes inesperados aparecieron en la mansión de Escáthach.
—¿M-Madre? —Sasha, que llevaba una sudadera blanca y pantalones blancos, habló.
—Hola, mi hija~ —Natasha, la madre de Sasha, mostró una pequeña sonrisa.
—Vinimos a visitarte —se escuchó la voz de un hombre junto a Natasha.
—Incluso mi padre —Sasha se quedó sin palabras al ver lo que estaba presenciando.
—¿Dónde está mi hija? —Agnes miró curiosa a su alrededor, sus ojos recorriendo la mansión, buscando a Violeta.
—Hmm… —Adonis miró curioso, mientras sus ojos violetas brillaban con curiosidad; 'Así que esta es la mansión de esa mujer… es bastante común'. Esperaba algo más… aterrador.
—¿Por qué están de pie en la puerta? ¿Son porteros? ¡Entren ya! —Escáthach pateó al grupo por detrás.
—Ugh —el grupo gimió. ¿No era esta mujer demasiado grosera? ¿Saben que son condes/excondes?
—¿Por qué hiciste eso!? —preguntó Agnes.