"Cristóbal finalmente salió de la sala de conferencias después de una larga reunión. Mientras se dirigía a su cabina, vio a Eddie saliendo del ascensor. Se detuvo y lo miró con el ceño fruncido, claramente molesto.
—Buenos días —dijo Eddie, con una cálida sonrisa en su rostro.
Cristóbal miró su reloj de pulsera en lugar de saludarlo de vuelta. Sus labios se torcieron mientras decía:
—Casi es mediodía, y ahora vienes a la oficina. Tampoco asististe a la reunión. ¿A qué has estado dedicándote?
—Um... —Eddie se rascó la ceja—. Bueno, verás, he estado ocupado organizando una sorpresa para Viviana. Voy a anunciar mi compromiso con Viviana en la fiesta, y quiero que todo sea perfecto.
—¡Vaya! La sorpresa es más importante que la reunión, supongo —dijo Cristóbal, su tono siendo más agudo que antes—. ¿No sabes lo que ha estado pasando aquí desde la mañana?