Los ojos de Abigail se abrieron en incredulidad. Mientras Cristóbal se sentó a su lado, aparentemente imperturbable ante la tensión en el ambiente, un destello de miedo cruzó su mirada. Su mente corría mientras intentaba comprender las consecuencias de su descarada aparición. El pánico estalló dentro de ella.
Su atención saltaba nerviosa entre Cristóbal, Lance y el restaurante a su alrededor. No podía evitar sentir un torrente de ansiedad, temiendo que en cualquier momento apareciera Michael y sacara a Cristóbal del lugar a la fuerza. La idea del posible enfrentamiento entre ellos le causó escalofríos.
Desesperadamente, deseaba poder ordenar a Cristóbal que se fuera, para protegerlo de los posibles peligros que le esperaban. Pero solo se quedó mirándolo sin decir palabra.
El corazón le martilleaba en el pecho mientras luchaba por encontrar su voz. Las palabras le fallaban y allí seguía, pegada a su asiento como si hubiera olvidado el entorno que la rodeaba.