Johnathan se enfrentó a sus estudiantes en el campo de entrenamiento, su mirada intensa se desplazó sobre cada uno de ellos. "Esta guerra", comenzó, su voz resonó en la quietud, "es muy real. Pero no es vuestro deber luchar en ella. Ese es el trabajo de los soldados y los generales. Vuestro trabajo es aprender, crecer y fortaleceros".
Una murmullo de sorpresa se extendió entre los estudiantes. Habían esperado ser arrastrados a la batalla, un temor que Johnathan parecía haber desestimado de inmediato. Pero antes de que pudieran reaccionar, continuó. "No obstante, es crucial que adquiráis una mentalidad de guerra. Esto no significa que vayáis a matar, sino que estéis preparados para enfrentar situaciones difíciles, para ser resilientes, para trabajar en equipo y para no sucumbir al miedo".
Pasó los siguientes días entrenando a sus estudiantes en la dura realidad de la guerra, infundiendo en ellos una mentalidad de resistencia y preparándolos para situaciones de alta presión. Hubo ejercicios de trabajo en equipo, simulacros de ataques sorpresa, sesiones de estrategia y tácticas, y lecciones sobre cómo mantener la calma en medio del caos.
Johnathan sabía que no podía proteger a todos ellos de las vicisitudes de la guerra, pero hizo todo lo posible para prepararlos. Les instó a que continuaran con su práctica del Arcánum, insistiendo en que su habilidad para fusionar el Qi y el Mana sería su mayor activo en los tiempos venideros.
Donna y Edward, junto con los demás estudiantes, estuvieron de acuerdo con sus palabras. En lugar de desanimarse por la perspectiva de la guerra, su determinación sólo se fortaleció. Aunque se sentían algo aliviados al saber que no se esperaba que lucharan en la línea de frente, estaban más decididos que nunca a fortalecerse y proteger a su imperio.
Mientras tanto, Johnathan tenía sus propios planes para el conflicto. Si las cosas se ponían realmente feas, estaba dispuesto a intervenir personalmente. No dejaría que sus estudiantes, su academia, su imperio, cayeran en manos de los Ellyrian. Y con ese pensamiento en mente, se preparó para lo que venía. La guerra estaba a punto de estallar, y Johnathan estaba más que listo para enfrentarla.