El cuarto día de prácticas comenzó con la misma intensidad que los anteriores. Los estudiantes, llenos de determinación, se reunieron en el patio de entrenamiento, listos para sumergirse en las lecciones de Arcánum. Johnathan, con una taza de café en la mano, observaba con satisfacción. Sindi, por su parte, estaba atenta a cualquier detalle, lista para corregir y guiar a los estudiantes.
De repente, un estallido de energía resonó en el patio de entrenamiento. Todos los ojos se giraron hacia la fuente, encontrando a Edward Glais, que estaba de pie, su cuerpo rodeado de un halo de energía brillante. Su rostro reflejaba un shock mezclado con euforia mientras sentía el poder del Arcánum fluyendo por su cuerpo.
Edward había logrado, aunque de forma inestable, combinar Qi y Mana, el primer paso hacia el Arcánum. Aunque la energía alrededor de su cuerpo era caótica y su control era claramente deficiente, el hecho de que lo hubiera logrado tan pronto tomó a todos por sorpresa, incluso a Johnathan.
Los estudiantes y profesores estallaron en exclamaciones de asombro y aplausos. Edward, aún sorprendido por su propio éxito, se volvió hacia Johnathan, una sonrisa orgullosa en su rostro. El pequeño profesor asintió, reconociendo su logro, aunque su expresión era pensativa.
Donna, que había estado observando a Johnathan desde lejos, notó su mirada y se acercó a Edward, felicitándolo. Pero a pesar de la sonrisa en su rostro, sus ojos seguían volviéndose hacia Johnathan y Sindi, y un sentimiento de inquietud la envolvió.
Mientras tanto, Sindi, que estaba viendo la conmoción con interés, notó la mirada de Donna y suspiró. Parecía que los celos de la joven eran más profundos de lo que había pensado inicialmente. Decidió mantener un ojo en la situación, preocupada por lo que podría surgir.
Johnathan, al ver el éxito de Edward, decidió utilizarlo como una oportunidad de aprendizaje. Reunió a los estudiantes y comenzó a explicar los errores que Edward había cometido y cómo podrían evitarse. Aunque Edward inicialmente se sintió ofendido, gradualmente comenzó a entender y agradecer las correcciones.
El día terminó con un nuevo sentido de esperanza y anticipación. Con el éxito de Edward, los estudiantes se sintieron más motivados para dominar el Arcánum. Johnathan, por su parte, se dio cuenta de que la enseñanza de esta habilidad no sería tan sencilla como había pensado. Y Sindi, notando el clima cambiante, decidió mantenerse alerta, por el bien de Johnathan y de la Academia.