Tobi no podía usar el aura de vampiro en las mejores condiciones, sin nadie a su alrededor ni distracciones. Claro que a veces, según qué salida emocional el vampiro tenía, podían hacer algo en este tipo de situación tensa, pero ese no era el caso de la mayoría y lo mismo pasaba con Tobi.
Minny lo sabía, y al ver a los estudiantes asustados, corrió hacia adelante y lanzó un puñetazo, golpeándolo en la mandíbula y haciéndolo chocar contra la pared del pasillo.
—Minny... me salvaste. —Dijo Tobi, mientras su corazón volvía a latir con más fuerza, era una sensación similar a la que había sentido antes.
—¡No está muerto, así que sal de aquí! —Minny gritó mientras las enredaderas se dirigían hacia ella, comenzando a envolver sus brazos y piernas. La estaba arrastrando hacia sí misma.
'Yo... tengo que cumplir mi promesa, pero tampoco quiero que nadie muera.' Pensó Minny.
—¡Por favor, salgan de aquí, y Tobi! —Gritó Minny—. Le debes un favor a Abby, así que cuídala.