La última forma en que Jake esperaba entrar en la base de vampiros rojos era cayendo del cielo. Quizás habría sido un momento relajante para él si no fuera por el hecho de que se dirigía directamente a una zona de guerra.
Incluso ahora, todavía alto en el aire, podía ver explosiones de energía disparándose en diferentes direcciones. Un ataque casi lo golpeó, pero Jake tuvo que endurecer su brazo y pudo desviar el golpe.
—¿Qué puntería fue esa...cómo pudo un ataque desde abajo llegar hasta aquí! Maldita sea, Peter! Malditos todos ustedes. Papá, nunca me advirtió que estaría viajando con un grupo de idiotas!
Mirando a su alrededor, Jake pudo ver que el ataque de Peter alejó a todos, y parecía que todos terminarían aterrizando en un lugar diferente. Sin embargo, una persona en particular parecía estar teniendo una caída tranquila.