Después de que todo se aclaró entre todos ellos, tanto Erin como Leo fueron bienvenidos al refugio. Les tomó un tiempo a los demás acostumbrarse a ellos, pero como Arthur los trataba tan bien, los demás sentían que también debían hacerlo.
Durante su tiempo en el planeta, los tres solían salir a entrenar junto al río, que era el lugar de Arthur. Sabiendo que Leo era un vampiro nuevo, Arthur enseñó tanto como pudo y les contó información sobre el mundo vampiro, al menos todo lo que podía recordar.
Mientras estaba allí, Leo se concentraba en enfocar mejor su Qi y también había pasado toda su información a Erin. Resultó que ella aprendía rápido. La principal razón de esto era su motivación. Tenía la voluntad de aprender y volverse más fuerte aunque esta faceta ambiciosa de poder la preocupó un poco a Leo.