Era su día libre y temprano por la mañana, Quinn iba a encontrarse con Logan. Había dejado a Layla y Vorden atrás para vigilar a Peter. Quinn les había dicho que en algún momento, Peter tendría que comer carne humana, podría tardar una semana, pero también podría ser mañana, no había forma de saberlo con certeza.
—También podría ser hoy mismo. —Vorden pensó para sí mismo—. ¿No podemos ser tan desafortunados, verdad? —Él ciertamente esperaba que no fuera el caso.
Desafortunadamente, las tareas que Quinn les había dado eran bastante difíciles. No solo tenían que cuidar la seguridad de Peter, sino que también tenían que encontrar una manera de conseguir carne humana sin dejar que él se entere de ello.
—Vamos Peter, —dijo Vorden—. Salgamos afuera.
—¿Afuera? —preguntó Peter, su tono un poco confundido—.