—Gracias, mamá. Friya abrazó a Jirni también. —Hablando de mansiones, Lith, ¿qué pasa con la tuya?
—Estoy en tu misma situación. Suspiró. —La Reina la está terminando a una velocidad récord, pero también pondrá el mínimo indispensable. Quiere que yo decida cosas como cortinas, el estilo del mobiliario, las piezas de arte y toda esa mierda!
—¿Se queja porque odia decorar o porque tiene que pagar los muebles de su propio bolsillo? Quylla le preguntó a Kamila.
—¡Oye! A Lith no le gustó la acusación.
—Se queja porque todo le parece igual y tiene problemas para ver más de 16 colores. Kamila respondió con una risita. —Los Reales están pagando por todo o lo verías llorar sangre.
—¡Kami!
—¿Dije algo incorrecto o inexacto? Preguntó.
—No, pero no delante de nuestros amigos! Dijo él avergonzado.