—Incluso mi aura es peligrosa, por no hablar de mi tacto. Simplemente se apoyó en el escritorio del Director, aplastándolo como si hubiera sido hecho de papel. —Me quedaré aquí hasta que al menos pueda controlar mis nuevos poderes. ¡Una vez que los domine, finalmente podré comenzar mi guerra!
***
Desierto de Sangre, noche.
Contrario a las esperanzas de Lith, al momento de la cena Tista aún no se había recuperado. En cuanto sus padres notaron su ausencia, exigieron y obtuvieron una explicación.
—¡No puedo creer que los dos hayan sido tan estúpidos como para poner en peligro su vida! No era la primera vez que Raaz regañaba a Lith, pero para Salaark era una nueva experiencia. —Se supone que debes ser su hermano sabio y guiar a Tista, ¡no usarla como sujeto de prueba!
—En cuanto a ti, ¿qué clase de Guardián no puede siquiera proteger su propia sangre? ¡Nos trajiste aquí presumiendo de cuánto te importan mis hijos y mira lo que has hecho! —dijo Elina.