—Christian me preguntó de nuevo sobre el progreso de la licitación —dijo Yonina mientras se sentaba en el sofá dentro de la oficina de Michael—. Será mejor que te apures por tu lado. Sin embargo, no lo presentes en detalle ya que Christian podría sospechar. Como sabes, es una persona muy escéptica. Intenta que tu personal prepare un borrador primero.
No hubo respuesta de Michael en absoluto. Yonina levantó su cabeza y miró a Michael, quien estaba sentado a un lado. Bajó su cabeza como si estuviera pensando profundamente. No parecía haber oído lo que ella había dicho en absoluto.
—¿Michael? —Yonina entonces alzó la voz un poco.
Michael seguía en un estado de ensueño. Yonina extendió su mano y lo empujó.
Michael recobró sus sentidos al instante y se volvió para mirar a Yonina.
—¿Qué te pasa? ¿Oíste lo que dije hace un momento? —preguntó Yonina, frunciendo el ceño al ver su rostro pálido. Sentía un poco de preocupación—. ¿Estás bien? ¿Estás enfermo? No pareces estar bien.