Cuando Wendy estaba fuera de la habitación de Michael, aún albergaba alguna esperanza de asumir responsabilidad donde fuera necesario.
Quizás todo fue un malentendido.
Quizás Michael tenía razones para hacer lo que hizo.
Sin embargo, él insistió en que fue ella quien lo apuñaló cuando fue él quien se acercó al cuchillo.
Los ojos de Wendy ya estaban rojos e hinchados de llorar.
Se limpió las lágrimas de la cara con una triste sonrisa. Su expresión mientras miraba al hombre frente a ella estaba llena de desesperación y decepción.
Este era un hombre a quien ella había amado a costa de su vida.
Aunque había recuperado sus recuerdos y recordado el pasado, aún estaba preocupada por él.
En ese momento, sintió que todo lo que había hecho había sido en vano.
Todos los años de esfuerzo, todos los sentimientos que había invertido en este hombre habían sido malgastados.
Michael observó cómo Wendy se alejaba de él. Colgando a su lado, sus manos se cerraron lentamente en puños apretados.