Rolando no pudo evitar reír al escuchar cómo Scarlett reprendía a su esposo.
—Scarlett, no culpes a mi yerno. Le pedí que te ocultara este secreto. Así que, no es su culpa... sino la de tu padre. —Rolando sonrió mientras la miraba—. ¿Qué te parece? ¿Cumple con tus expectativas?
Scarlett se quedó sin palabras.
Este vestidor era idéntico al de su casa, lo que la hizo sentir como en su hogar. Se adentró más en el vestidor, revisando el contenido de los estantes y cajones.
Al inspeccionar los artículos, no pudo evitar reír. Comenzó a sospechar que Xander había trasladado su ropa y accesorios a este armario.
Scarlett se acercó a su padre y le dijo:
—Padre, ¿quieres una respuesta sincera? —Al verlo asentir, continuó:
— Es lo mismo que tengo en mi casa... —Se sintió divertida al ver la expresión sorprendida de su padre—. Bueno, ahora sospecho que mi esposo trasladó toda mi ropa aquí.