Después de hablar con Xander, Scarlett se dirigió directamente a la sala de estar, solo para encontrar a Theodor ya esperando allí, luciendo elegante en su nuevo traje. Parecía listo para su actividad de hoy.
—Buenos días, cuñada — saludó Theodor con un gesto y una sonrisa encantadora. Sin embargo, Scarlett no le devolvió la sonrisa. Su molestia se mostraba claramente en su rostro. Ella todavía albergaba sospechas de que Theodor podría haber sido el que proporcionó a Simón su número de teléfono móvil, especialmente su número privado, que solo conocían un puñado de personas, incluyéndolo a él.
—¡Ahórrate las cortesías, Theo! —La voz de Scarlett tenía un tono agudo mientras se sentaba frente a él, separados por una mesa de café. Sus ojos lo miraban fijamente, su mirada como una lanza afilada apuntando directamente a Theodor.