Una tenue sonrisa apareció en la esquina de los labios de Xander al ver a la chica sentada.
—Aprendes rápido, Sra. Riley. Me gusta esa actitud tuya. Sigue mejorando. —Dijo en un tono alegre como si estuviera elogiando a un niño.
—.... —Scarlett.
Quería decir algo, pero no salieron palabras de sus labios. Enterró su cabeza y comenzó a comer. Tragó con dificultad el insípido trozo de carne mientras se regañaba a sí misma por permitir que este malvado príncipe se burlara de ella.
De alguna manera se odiaba a sí misma tal como estaba ahora. Su actitud después de conocer a este chico es completamente opuesta a su yo habitual. Nunca había estado tan celosa como ahora. Lo que es más descuidado era la comida que le servían, ella era una amante de la comida. Cualquier comida que ella pudiera comer sabría bien en su lengua.