[Advertencia: Contenido para adultos.]
—Después de todo, soy tu benefactor, ¿verdad?—
—Mmmhh... ¡Ah!— Chloe se sobresaltó cuando Vernon de repente besó la misma parte en su cuello, pero esta vez, la chupó, como si estuviera saboreando una fruta dulce.
Vernon lo hizo por diez segundos hasta que dejó de chupar y chasqueó la lengua con asombro. Se maravilló del trabajo que había hecho en la piel de Chloe.
Chloe tenía la piel fina, se enrojecía fácilmente y cualquier tipo de toque o, en este caso, beso en su cuerpo dejaría una marca que duraría un tiempo.
—Qué bonito chupetón que tienes ahí, cuñada,— comentó Vernon con una sonrisa en su cara. —Acostúmbrate a ello porque las marcas nunca se desvanecerán cuando estés conmigo.—
Chloe respiraba con dificultad. Miró a Vernon, quien parecía estar divirtiéndose, jugueteando y poniéndose un poco demasiado emocionado. Parecía que Vernon tenía dos personalidades dentro de él, la aterradora y la juguetona.