Julia: ¿Qué conseguiste tú?
Decidí dejar de lado la extraña esfera que entró en mi cuerpo por lo que saqué la pluma. La pluma parecía estar constituido con pequeños hilos que se movían como si fueran una flama. La pluma había iluminado la habitación y calentó a todos. Parecía como si fuera una hoguera portátil. Las chicas se asombraron al verlo, pero signos de interrogación aparecieron sobre sus cabezas.
Diana: … ¿Puedo preguntar para que sirve?
Todas parecían asentir ante la pregunta de Diana. Era obvio en lo que pensaban. Incluso Claudia que había traído un objeto inútil cuestionaba si me había golpeado la cabeza con algo.
Leo: Al parecer esta pluma perteneció a un fénix. Puede aumentar la afinidad elemental de una persona.
Todas se sorprendieron y asintieron como si entendieran. Solo para luego tener signos de interrogación sobre sus cabezas nuevamente. Guardé la pluma de vuelta en el inventario.
Leo: Es tarde, pero tengo hambre. ¿Qué tal si comemos algo después de todo por lo que pasamos?
Todas asintieron e incluso Daniel volvió a la normalidad luego de escuchar la palabra comida. Sin embargo, todas las chicas a excepción de Melissa me miraron y se sonrojaron.
Leo: ¿Qué pasa?
Al verlas verme fijamente simplemente seguí su línea de visión. Estaban viendo que no tenía una camisa puesta. Extendí mi brazo y saqué una camisa nueva del inventario poniéndomela frente a ellas. Una vez cambiado me dirigí a la cocina siendo seguido por Julia y Alejandra.
Julia y Alejandra me ayudaban con la cocina ya que ninguna otra cocinaba. Julia tampoco lo hacía, pero estaba aprendiendo poco a poco. Al principio quemaba todo y lo que hacía parecía moverse por su cuenta. Ya antes había tenido encuentros con la pastelería, pero esto era diferente y no era muy buena que digamos en eso tampoco.
La cena fue algo sencillo y consistía en un moro de lenteja con carne frita un plato típico en el país E. Es muy bueno y se lo suele acompañar con pedazos de plátano frito llamado patacones.
La cena fue divertida llena de risas. Daniel conto una historia entretenida de cómo se enfrentó a un zombie que parecía gorila. En medio de la historia Diana lo desmintió haciendo que todos se rían de como quedó noqueado de un solo golpe. Luego Alejandra mencionó como Kitty la protegió de un topo gigante. Al escuchar esto premie a Kitty con una lata de su pate favorito. Kitty se emocionó mucho que devoró casi al instante toda la lata.
Daniel por otro lado se deprimió y empezó a jugar con la comida moviendo el arroz de un lado a otro. Su relato heroico había sido desmentido con una simple frase. Al fin y al cabo, no era él quien derrotó al zombie y en su lugar era el espirito heroico dentro de él.
La cena terminó con todos llenos y contentos ahora tocaba decidir los turnos de vigilancia. Melissa estaba descartada por obvias razones.
Leo: Bien es hora de decidir quién hará guardia esta noche. Se que todos están cansados así que…
Claudia: ¡Yo lo hare!
Claudia no me dejó terminar de hablar cuando se ofreció a hacer guardia. Al ver esto Daniel no tuvo más remedio que ofrecerse.
Daniel: Yo tomé una buena siesta por lo que creo que puedo hacer guardia también.
No tenía razón para negarme y Julia me estaba presionando para no decir nada. Decidiendo aceptar su oferta empezamos a buscar las habitaciones en el piso superior. La primera en escoger fue Melissa quien se encerró con Kitty. Alejandra siguió y escogió la habitación al lado de Melissa. Diana, Julia y yo continuamos buscando habitaciones amuebladas. No todas las habitaciones tenían una cama y eran más como cuartos de estar.
¿Quién tiene tantas habitaciones vacías?
Finalmente, Diana escogió una habitación. Lucía increíblemente cansada por lo que simplemente nos mandó una mirada juzgadora y cerró la puerta en nuestras caras. Parecía molesta, aunque no sabía el porqué.
Julia: Talvez debamos de buscar nuestra habitación. ¿no crees?
Asentí ante las palabras de Julia y esto me hizo tragar saliva por el nerviosismo. Julia se puso delante de mí provocando que mí mirada se fijara en su retaguardia. Sus movimientos de cadera eran hipnotizantes. La saliva se acumulaba en mi boca y mi parte inferior ya estaba animándose.
Tragué saliva y traté de ocultar mi emoción. No habíamos estado solos desde que este desastre empezó. Este podría ser nuestra primera noche juntos y deseaba fervientemente esto. He acumulado mucho estrés y Leila dijo que tengo que desahogarme pero que la recompensara en el futuro.
Julia se detuvo abruptamente provocando que yo también lo haga. Tímidamente volteó su rostro que estaba teñido completamente de un rojo saludable y dijo.
Julia: No… no me mires tan fijamente ~
Después de decir eso Julia se volteó inmediatamente y reanudó su paso en busca de una habitación. Mi gesto fue visto claramente por Julia por lo que decidí no seguir fisgoneando su cuerpo. Julia finalmente encontró una habitación a la que entramos juntos. La habitación lucía limpia y ordenada, pero sobre todo era innecesariamente grande. La cama era de tamaño King que tenía un edredón de tono verde oscuro que hacía juego con las paredes. Sobre la cama había un juego completo de almohadas que parecían ser muy cómodas. Incluso el piso era elegante con cerámica blanca que parecía ser mármol.
Al fondo de la habitación había una ventana con balcón que daba la vista a la piscina. A parte de la cama solo había un escritorio y mesitas de noches a lado de la cama. Me acerqué al escritorio y revisé lo que había. Todo estaba delicadamente ordenado. Las marcas de polvo me indicaron que esta habitación no fue usada en días. Un cuadro llamo mi atención por lo que lo agarré con la mano. El marco era sencillo y parecía estar hecho con madera. Dentro del marco estaba la foto de una familia. Una mujer, un hombre y una niña que estaban vistiendo de forma formal.
Acabo de empezar otro proyecto que espero les guste. Se llama EL CULTIVADOR MÁS PODEROSO RENACE EN UN APOCALIPSIS ZOMBI. Vayan y denlé una oportunidad. Estoy seguro que les va a gustar.