Pequeños fragmentos del propietario original llenaron su mente, al ser un niño y no estar completamente desarrollado, su mente aún era inmadura y no aguantaba tal presión. Se sintió faltal, no pensó que en algún momento se encontraría con este niño puesto que en la novela no especificaron nada de esto al no ser Liam alguien significativo, sabía que era de familia noble pero era muy pronto para verse, se supone que Jael para estás fechas según la novela estaba en el exterior.
Porque Jael era el protagonista Alpha de la novela.
Ahora debía tener 6 años pero se veía muy maduro para esa edad, de cabellos castaños comunes y ojos negros pálidos, a pesar de su aspecto no tan atractivo Jael era una belleza según la novela que logró cautivar tanto a Liam como al Omega principal.
"Que asco."
Liam estaba incómodo, había algo en ese niño que lo hacía querer vomitar y no le gustaba, no quería molestar a nadie ni a sus padres con estás cosas pero el olor que emanaba ese niño era horrible. Quiso vomitar.
— Es un honor, que niño tan bien educado. — Comentó Dereck. — Quizás pueda llevarse bien con mis hijos.
Fred hizo una mueca. — Ni porque me pagaran.
Ryan le dió un pequeño golpe en la cabeza y suspiró profundamente disculpándose con la otra familia. Luego observó a su hijo en brazos y quedó en shock, Liam estaba pálido y su piel estaba fría.
— ¿Liam?
El menor estaba temblando, aquellos recuerdos del propietario original eran horribles, aunque en la novela lo describieron, sentir y leerlo eran cosas diferentes, el desprecio de su familia y el maltrato que recibió por parte de Jael no sé comparaban con nada.
— ¿Cariño?
Su madre le hablaba pero Liam no escuchaba nada, en cambio pequeñas lágrimas salieron de sus ojos como una respuesta a la presión que tenía. Un fuerte llanto se escuchó por todo el lugar llamando la atención de más personas inclusive de Luther que estaba a unos metros.
— ¿¡Liam!?
Rápidamente Ryan lo intentó calmar pero parecía imposible, Liam lloró con fuerza asustando a su familia por lo rojo que estaba. Ryan se disculpó y decidió irse con su hijo en brazos quien seguía llorando desconsoladamente como si algo o alguien le hubiese hecho algo.
— Liam, cariño. — El Omega intentó calmar a su hijo mientras se sentaba en uno de los sillones del salón donde estaban.
Dereck llegó a su lado de inmediato junto con sus demás hijos observando preocupado el rostro rojo de su hijo menor que aún lloraba sin consuelo.
— ¿Que ocurre?
— Mamá, ¿Que le pasa a Liam?
— ¿Será su pañal?
— ¿Tendrá hambre?
Ryan negó. — Todo parece estar bien y no tiene hambre pero no sé que le pasa.
Liam no sé podía calmar por alguna razón, estaba angustiado y ver a todos preocupados por él lo hacía peor, quería calmarse porque después de todo él no era ese Liam y ahora estaba dispuesto a cambiar su destino pero de alguna manera el molesto olor de ese niño le seguía molestando.
Luther se acercó a ellos aún escuchando el llanto de su nieto, no entendía lo que pasaba pero sabía que algo ocurrió para que el niño llorara así.
— Debió ser algún aroma, como me dijeron es un dominante y sobre todo Omega, los omegas bebés son más propensos a ser sensibles con aromas y seguro fue uno desagradable. — Explicó acercándose al niño, Liam seguía incómodo y llorando. — Suelten sus feromonas lentamente, quizás funcione.
Ambos padres lo hicieron soltando sus feromonas pero Liam seguía molesto, nada podía calmarlo haciendo a los demás asustarse.
— ¿Que hacemos?¿Lo llevamos al médico? — Ryan estaba realmente preocupado por su hijo y miró a su esposo desesperado.
Dereck tampoco sabía que hacer. — Creo que será lo mejor.
Pero entonces Liam se detuvo, sus ojos llorosos se fijaron en un pequeño niño que se asomaba por detrás de uno de los muros del salón. Había algo de ese niño que llamaba mucho su atención y más su aroma suave a bosque, y lluvia. Todos se quedaron observando como Liam levantaba sus manos agitandolas hacia él.
— ¿Eh?¿Qué está viendo?
Hasta que una cabellera pelirroja y ojos amarillos apareció con timidez, Liam estaba encantado con la belleza y aroma del pequeño por lo que quiso salir de los brazos de su madre para ir con el niño. Ryan lo notó, había algo diferente en aquel pequeño de aparentemente 3 años que lentamente se acercó al bebé que anhelaba su cercanía.
Pero Frederick lo evitó poniéndose frente al niño. — ¿Tu quien eres?¿Por qué este niño quiere acercarse a nuestro Liam?
Dereck conocía esos cabellos pelirrojos. — Déjalo, conozco al niño, además a Liam parece gustarle.
— Ven aquí querido. — Ryan llamó al pequeño que lentamente fue hacia él viendo algo extrañado al niño que estaba en sus brazos. — Este es mi hijo, se llama Liam, parece que me agradas.
Liam estaba sorprendido de la belleza de este niño, podía jurar que sería un dominante y hasta un alpha en el futuro, su dominancia y expresión dura lo decía todo para ser un niño tan pequeño.
— Liam, este es Alek Dietrich, el hijo de un buen amigo mío. Alek, hace mucho no te veo. — Se dirigió al niño que solo lo veía seriamente.
El Omega miro algo extrañado al otro niño, le parecía conocido y creía que tenía algo que ver con la novela pero no recordaba bien, habían cosas que lastimosamente no podía recordar del todo por el hecho de que estaba olvidando su vida pasada en algunas ocasiones pero no del todo por lo que dejó esto a un lado pesando que no era nada importante.
Pero no lo dejo ir.
Liam lo tomó de la mano y soltó una risa feliz haciendo a los de su alrededor quedarse estupefactos. Toda la gente comenzó a murmurar sobre este acto ya que todo empezó porque un niño lo hizo llorar y otro lo hizo reír.
— ¿Ambas familias estarán compitiendo por la mano del menor de los Kaiser mandando a sus hijos?
— Ya vemos quien tiene la ventaja, además es muy atractivo.
— Oh vamos, la familia DuPont es mucho mejor que los Dietrich. Claramente el mejor pretendiente sería Jael.
— Por cierto, ¿Los Dietrich no son esa familia ******?
— ¿Que?¿Son ellos? Oh por Dios.
Y asi los comentarios siguieron sin que Liam se diera cuenta pero sus hermanos si, ninguno parecía muy feliz al respecto y solo se quedaron en silencio mandando miradas asesinas a los demás.
Por otro lado Alek no hizo nada, solo se quedó mirando al pequeño bebé rubio y hermoso por un buen rato, no hizo ninguna mueca pero tampoco quitó su mano, extrañamente la dejo estar y decidió observar detenidamente al pequeño bebé más lindo que ha visto.
Ambos se quedaron viendo como si no hubiera un mañana, como si todas las pequeñas a su alrededor se hubieran ido y nada más existiera sino solo ellos dos.
Y así Liam conoció a su primer amigo.
Y sus hermanos enloquecieron.
....
El hombre llegó a su casa luego de aquella molesta reunión, su hijo también tuvo una fiesta así pero nadie de la familia hizo algún acontecimiento importante como con Liam. Todo fue lo mejor para él, los regalos fueron impresionantes y hasta Luther se había esmerado mucho en demostrar cuánto quería a su nuevo nieto.
Pensó que ese viejo odiaba al niño y estaba más que feliz por ello pero ahora se dió cuenta que no fue así.
— ¿Que hará señor?
— Solo sigamos con el plan, pronto llegará el fin de Dereck y toda su familia, solo debemos ser pacientes y haré que paguen por todo. — Vio a su esposa intentar darle de comer a hijo quien corría por todos lados. — No hay nadie mejor que mi hijo.
El secretario asintió. — Entonces... ¿Quiere que siga vigilando a Dereck?
— No solo a él, también del viejo, quiero saber que tanto se acercará a Liam y que tantos movimientos puedo hacer. — Ordenó y pidió que lo dejaran solo.
Sus planes continuaban y por ahora no había nada ni nadie que pudiera arruinarlos por lo que no siguió tomándole importancia al niño, solo se concentró en aquel alpha, Dereck Kaiser.
A lo lejos, el pequeño hijo de este hombre lo miro fijamente mientras era mimado por su madre y luego sonrió orgullosamente.
.....
Liam ya estaba en su cuna aparentemente dormido pero la realidad era que aún no podía cerrar sus ojos. Alek Dietrich seguía en su mente puesto que ahora sabía quién era.
Alek era otro de los protagonistas de la novela, el verdadero villano, una escoria entre las escorias y que fue aún peor que Liam en toda la novela. Era un alpha perfecto en todos los sentidos, superaba a Jael en cualquier aspecto y por ello era el mejor para el Omega protagonista pero no fue así, Alek era escalofriante, tenebroso y muy misterioso, provenía de una familia extraña y silenciosa, apenas y aparecían en algunos encuentros, aunque no los mencionaron se sabía que usaban métodos sangrientos para tratar a los traidores y Alek no fue diferente.
Mató y torturó a todo el que le hacía daño al protagonista, Jael se salvó puesto que también era alguien poderoso pero Alek estuvo a punto de asesinarlo si no fuera porque le tendieron una trampa.
Para Liam fue la muerte más estúpida, Alek era toda una mente maestra por lo que debia salir fácilmente de ese problema pero en cambio el autor lo hizo sufrir y lo mató.
— Que estupidez... — Murmuró suavemente mirando desde su cuna hacia la ventana. — Y es demasiado lindo.
Hoy lo vió por primera vez y aún no puede creer lo que hizo, sus mejillas estaban sonrojadas y suspiró. Aún Alek era un niño, todavía no había sufrido tanto ni tenía tantos traumas así que podía ayudarle, tener a la familia Dietrich de su lado podría ser de gran ayuda en el futuro y evitar así la muerte de sus padres.
Apretó las manos y sonrió seguro de si mismo, podía hacerlo, estaba más que seguro en hacer al villano y segundo protagonista alguien mejor.
¿Que podría salir mal?