No había otra forma conocida para aumentar los números de los nacimientos que no fuera emparejando personas.
Las otras opciones que se me ocurrían no eran factibles.
De esta forma después de una reunión con todos los miembros del clan en la plaza se anunció que no se permitiría que ninguna mujer arriba de los quince permaneciera soltera.
Era bastante radical, pero la supervivencia del clan estaba en juego y no hay derechos en ese caso, si el clan fracasa ellos morirán.
Yo aún no entraba a la edad de casamiento, aunque ya deberían estar pensando en una posible pareja.
Los susurros de mi madre me alertaban, la quería mucho, pero la conocía me traicionaría en este asunto sin pensarlo.
Para el consejo yo no era un simple ninja, ni heredero, por algunas frases sueltas que escuche cuando entraba a las reuniones, estaban buscando casarme en el menor tiempo posible para empezar a generar posibles herederos del Kekkei Genkai.
Era el objetivo final, para el anciano no importaba romper la tradición de la monogamia, con tal de ver nacer más ninjas especiales.
Pero se preocupaban demasiado, según el sistema todos mis descendientes deberían tener el gen dominante para despertar el Kekkei Genkai.
Yo solo quería tiempo, tiempo para elegir una buena pareja, ya que quería conseguir una posible Kekkei Genkai adicional para mis descendientes.
Había muchas opciones, tal vez una descendiente del clan Chinoike y sus hermosos, pero aterradores ojos Ketsuryūgan, de todas formas el clan terminaría al borde de la extinción.
El clan Kazekague, que era el único nombre con el que lo conocía, pero su elemento magnético era llamativo.
O también monopolizando todo lo que tenga que ver con los Jutsus médicos absorbiendo al clan Hōki.
Muchas opciones había, pero el tiempo era reducido si me forzaban a casarme; necesitaba que mis hijos fueran extraordinarios, ninjas superiores que llegaran al nivel Kage.
De esa forma juntaría muchos puntos de prestigio.
Necesitaba el suficiente tiempo para conseguir un casamiento que tenga alguna ganancia, ya que dentro del clan, aunque suene frío no encontraba una ninja que pudiera despertar mi interés.
Eso era raro, pero me di cuenta de que me había vuelto demasiado exigente conmigo y con los que estaban cerca a mí.
Por ejemplo Hideo empezó una rutina de entrenamiento conmigo y no deje que se rindiera en ningún momento hasta que llegara a compararse con el resto del equipo.
Cinco años infernales pero productivos, y aunque era de pocas palabras, sabía que me tenía resentimiento en el fondo de su corazón, ya que lo lesione tantas veces, que me hizo acordar al entrenamiento de mi padre.
Aunque yo tenía la amabilidad de preguntar al final si se encontraba bien.
Pero ahora mi problema era escapar del matrimonio para ello y no saber del tema, salí de la aldea.
En dirección a la ciudad del gobernador del Fuego.
Establecer una comunicación era lo mínimo que podíamos hacer para sondear el temperamento de este señor feudal.
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Para esta misión éramos cinco, Kento, Yori, Hideo y Ohara.
Necesitamos un sensor para poder evitar ser atacados por sorpresa, teníamos nuestras típicas armaduras azules, así que no íbamos muy rápido, así que tuvimos que hacer varias paradas de noche.
Como la cobertura más evidente en esta época elegimos un árbol lejos del camino, me toco rodear nuestra ubicación con trampas, para cuando volví ya se había terminado de cocinar la comida y el fuego estaba apagado, solo la luz de las cenizas alumbraba ligeramente.
Kento: "Sabes Yori, Hanae sería una buena pareja para ti"
Parece que este tema no pasara muy rápido
Kento: "Aki, no piensas que Yori y Hanae hacen una bonita pareja"
Aki: "No depende de mí calificar eso"
Mejor no darle leña al fuego.
Kento: "Eres poco divertido"
Yori: "Tal vez deberías estar tú con Hanae, tienes su misma edad, mental"
Kento: "Que gracioso, pero es imposible le saco diez años no creo que quiera nada conmigo"
Ohara: "Si sigues siendo tan despreocupado, no creo que importe"
Kento: "Siempre tengo mis defensas a mil, Ohara recuerda que me entreno el mismo Lord Kano"
Aki: "Podrías haber aprendido lo de guardar silencio"
Mis sentidos estaban en toda su capacidad, un segundo atrás una de las campanas que deje como trampa sonó ligeramente.
Puse mi mano en mi espada, Ohara señalo con los ojos una dirección, paso un segundo y emergieron de las sombras.
Se intercambiaron shuriken y kunais, antes de chocar espadas.
Hasta que los vi, sus ojos tenían un color rojo y las marcas conocidas como tomoe en ellos.
El sharingan, un Kekkei Genkai en la cúspide del poder.
Nuestros golpes fueron bloqueados fácilmente, no teníamos ventaja alguna.
Aki: "Ohara"
Le hice la señal para retirarnos en cuanto hubiera oportunidad.
Usando el elemento Doton levante varias murallas a mi alrededor y las usamos como cobertura.
Las destruyeron lanzando bolas de fuego, tuve que frenar el ataque con otro muro, pero esta vez de agua, el vapor es algo que no les agrada mucho a los ojos de los Uchiha, normalmente.
Así que retrocedieron un poco esperando que se esparciera y aprovechamos ese tiempo para escapar.
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La pelea con los Uchiha, solo duro unos cinco minutos, pero ya estábamos bastante lastimados, su Kenjutsu era igual al nuestro, pero potenciado por el Sharingan nos vuelve un poco inútiles.
Tal vez enfrentarlos con ninjutsu e invocar a Vidar sea una buena estrategia para enfrentarlos, pero no para sobrevivir, estamos en territorio desconocido y dentro de su área de acción cercana, podrían aparecer con refuerzos en cualquier momento.
Por ahora saltábamos entre los árboles a nuestra máxima velocidad.
Ohara: "No están dentro de mi rango de detección, los hemos perdido"
Yori: "El Clan de los ojos rojos, es nuestro primer encuentro y no salió bien"
Se sentía decepcionado o es lo que llego a mí por su tono
Kento: "¿Salir bien?, esto no podía haber salido peor"
Hideo no decía palabra alguna, su personalidad se había vuelto así de reservada.
Aki: "Operemos en silencio, chicos"
Ohara: "¿Qué harás?"
Aki: " Necesitamos llegar al país del Fuego, esto solo será un retraso, encontraremos otro camino"
Ohara siempre era tranquilo y profesional, sabia mejor de entre todos nosotros las consecuencias de no comportarse a la altura de una misión y subestimar al enemigo.
Ohara: "Sus capacidades de rastreo eran muy buenas, mantuve durante todo el camino una detección sobre unos quinientos metros alrededor y no los vi"
No son simples ninjas de los que hablamos, deben estar en el nivel Chunin y Jounin fácilmente para poder enfrentarnos de esa forma.
Aki: "aprovecharemos la noche para ganar terreno avancen"
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