POV HUGO
Habían pasado un par de días desde que Derek tropezó con aquella chica y vi a la otra de la cual no pude dejar de pensar desde ese día. Era una chica hermosa, con el pelo castaño claro y los ojos entre marrón y verde, alta y labios finos. Desde el momento en el que la veo ya no presto ni la mínima intención a la discusión que estaban teniendo tanto Derek como la chica.
No sé qué es lo que me pasa con esa chica. Su voz es la más dulce que he escuchado en mi vida. La chica lo tenía todo, pero como no, el boca chancla de Derek tiene que abrir la boca para decir estupideces que parece que la molestan y acaba yéndose de la cafetería
y no puedo evitar ir a verla y asegurarme de que está bien, porque realmente se veía molesta. En cuanto llegué y hablé con ella, pude notar que no le agradaba que estuviese allí y pronto se pone a la defensiva, lo que me hace preguntarme que es lo que es lo que le pasa para que reaccione de esa manera.
En este mismo momento estaba en el coche con Derek yendo hacia la oficina ya que había empezado a aparecer denuncias de que se escuchaban disparos en distintas zonas de la ciudad, por lo que suponemos que la guerra había empezado. Algunos rumores dicen que el Titano quiere vengarse de los rusos por algo que le hicieron a alguien de su familia, se dice que, a sus hijas, pero hasta donde sabemos, no tiene hijas, tuvo un hijo que se le murió, pero nada más. Estaba tan metido en mis pensamientos que se me había olvidado que Derek estaba conmigo en el coche.
"Te dejó impactado el otro día la chica, eh." dijo, y en su voz podía estar escuchando la sonrisa que tenía "¿De qué hablas?" pregunté sin apartar la mirada de la carretera. "He visto como mirabas a la hermana de Megan." Rodé los ojos, porque a veces Derek podía llegar a ser insufrible. "A la cual molestaste con lo que dijiste."
"Yo no dije nada malo, sólo la verdad. Mierda, siguen teniendo mala leche." Dijo, y a pesar de que no entendía el por qué eran así, sabía que algo les había pasado. En todo momento que las estuve viendo, estaban tensas "No tienen mala leche, sólo a ti se te ocurre tirarle el café encima a una y molestar a otra con las gilipolleces que dices."
"Yo no dije nada más que la verdad. Todos los chicos las deseaban en el instituto y en el momento en el que alguien se atrevía a tocarlas lo golpeaban." Es cierto que era hermosas, sobre todo la hermana de Megan, pero eso no le daba derecho a nadie a comérselas con la mirada, claramente eso era algo que las molestaba aún ahora. "¿Y no pensaste que tal vez tengan una razón para eso?" dije apartando por un par de segundos la mirada de la carretera.
"¿Qué razón van a tener? Tienen todo el dinero del mundo y son las niñas mimadas de su padre, todo el mundo lo sabe." Dijo, pero que tuvieran un padre millonario no quería decir que eso les traía la felicidad y eso yo lo sabía mejor que nadie "El dinero no hace la felicidad, Derek, te lo puedo asegurar."
"A veces se me olvida que eres un niño rico también, pero no es igual." Fruncí el ceño porque no tenía ni la menor idea de que estaba hablando, no todo el mundo que nace con dinero era lo que quería precisamente "¿Y eso por qué lo dices?" pregunté por curiosidad, al final él las podría conocer mejor que yo.
"Porque ellas siguen con sus padres y viven con ellos, mientras que tú te ganas la vida con tu trabajo." Para mi que viviesen con sus padres no tenía nada que ver, y menos aún entiendo como es que sabía eso de ellas "¿Y quién te dice que ellas no trabajan?" pregunté "Lo dudo. Haber, explícame qué persona en el mundo necesita guardaespaldas con ellas a todas horas en un instituto en el que no pasa nada."
A pesar de que era extraño mi mejor amigo de cuando era pequeño también tenía guardaespaldas en todo momento a su alrededor, pero eso era porque su padre trabajaba en el gobierno. "Tendrán sus razones."
"Sí, que su padre tiene pasta, esas son las razones. Tengo entendido de que los tienen en la universidad." Cada vez entendía menos como sabía tanto de las hermanas. "¿Y cómo es que lo sabes?"
"Pues porque compañeros con los que iba en el instituto están en la misma universidad que ellas. No se juntan con nadie. Son solo ellas dos." Algo me decía que no era tan cierto lo que estaba diciendo. No hace mucho me había dicho que no mantenía contacto con ningún compañero de instituto, pero decidí no preguntarle en este momento.
"A mí me da la sensación de que le pasó algo, por lo menos a la chica que estaba con la que le tiraste el café encima." Dije, porque era ella de la que estaba más tensa de las dos. "Se llama Alexandra. ¿Y me explicas que es lo que le pudo haber pasado a unas chicas de catorce años para tener guardaespaldas?" preguntó, lo que para mi era una pregunta estúpida teniendo en cuenta los crímenes que vemos todos los días.
"¿Este trabajo no te enseña lo suficiente como para saber cómo está el mundo? No sé ni como eres agente de la DEA diciendo estas cosas, Derek." Sabía que había rodado los ojos, no me hacía ni falta verlo, pero es que me parecía estúpido la verdad. "Porque a lo contrario que ti, me gusta pensar que el mundo es un lugar hermoso para vivir y que no pasa nada."
Negué porque era lo más estúpido. Puede ser que haya partes buenas en el mundo, pero no todo lo era y me parecía estúpido que pensase que el mundo era maravilloso "Pues saca esa fantasía de tu cabeza, porque es todo lo contrario. Es un lugar cruel en el que las personas se matan entre sí."
"Creo que tienes una visión depresiva de la vida." Dijo mientras aparcaba el coche "Porque es la que es. Mejor pensemos en algo que nos ayude a evitar lo que se viene encima." Dije centrándome en el trabajo, al final dentro de nada habría una guerra en las calles si no lográbamos evitarlo antes "Será mejor."
En cuanto llegamos a la oficina, vemos que hay mucho revuelo lo que nos hace mirarnos el uno al otro, porque no entendemos a que viene tanto revuelo.
"¿Qué es lo que pasa?" pregunté a un compañero cerca nuestra "Los rusos han empezado a disparar hacia un restaurante y hay muchos muertos." Dijo, haciendo que mirase la pantalla que teníamos a unos metros de distancia "¿Cómo hacia un restaurante?" preguntó Derek.
"Sí, pero no un restaurante cualquiera, sino el del Francesco D'angelo." Dijo, y al parecer eso tenía que decirme algo, pero no tengo ni idea de que "¿Y quién se supone que es ese?" pregunté y prácticamente todo el mundo se giró en mi dirección pareciendo ofendidos gran parte de ellos.
"Un magnate italiano que tiene una famosa cadena de restaurantes. Al parecer el hombre intento que se fueran de allí y salvar a sus clientes. Acabó muerto como la mitad de la clientela." Dijo otro compañero "Mierda, esto se nos está yendo de las manos." Empecé a girarme para recoger mis cosas de nuevo "Vamos allí a ver que podemos información podemos conseguir."
Cogimos nuestros chalecos antibalas y nos fuimos al restaurante en el que se produjo el tiroteo. Nada más llegar, se ven varias ambulancias y forenses. Esta vez se han pasado, esta gente no tenía culpa de la mierda de venganza que estaban llevando contra la mafia italiana, teníamos que parar a estos tipos cuanto antes.
"¿Cuánta gente ha muerto?" preguntó Derek entrando dentro del restaurante. "Más de medio restaurante, y con ellos el dueño." Nos acercamos a donde estaba el dueño el cual tenía un disparo en el hombro y cerca del corazón. Supongo que había muerto ahogado en su propia sangre, lo cual era una manera horrible de morir. "¿Qué mierda ha pasado aquí?"
"Por lo que dicen los supervivientes, pasaron un par de coches negros y empezaron a disparar a diestros y siniestro, luego entraron y empezaron a disparar a todo el mundo. Al parecer el dueño intentó evitar que esto pasase esto, pero lo mataron por el camino." Dijo el forense negando "Pobre hombre. Debemos empezar a llamar a todas las familias de esta gente."
"Eso están haciendo los agentes de policía en este momento." Negué y empecé a mirar la escena para ver si teníamos alguna pista, lo cual sería lo más improbable, pero a lo mejor tendríamos algunas huellas en las balas y nos ayudaría a confirmar si la mafia rusa había llegado a Italia o no.
"Perfecto, nosotros mejor nos ponemos a trabajar para terminar con esta mierda." Dijo Derek mirando la otra parte del restaurante "¿Es cierto que esto es un ajuste de cuentas entre los italianos y los rusos?" preguntó el forense, pero a pesar de que no teníamos ni la menor idea, eso es a lo que apuntaba "Eso parece."
"Tenéis que acabar con esto antes de que vaya peor." Asentí y seguí buscando pruebas entre todo el destrozo que había hecho. "Eso estamos intentado hacer."
Esperaba acabar con esta guerra antes de que empeorase, porque al parecer esta guerra entre la mafia italiana y la rusa iba a ser sangrienta. Teníamos que encontrar el motivo de ella y tal vez nos ayudaría a encontrar la razón por la que iban a empezar la guerra para empezar.
POV MEGAN
Desde que llegamos a Nueva York podía notar a Alexandra muy pensativa y hablando por teléfono casi todo el rato desde que llegamos. Sé que Ale no lo había pasado bien en Disneyland, toda persona que se acercaba de más a nosotras hacía que se pusiese alerta y preparada para golpear en caso de que fuese necesario, y eso lo notamos tanto yo como mamá, pero no dijimos nada para no molestarla más.
En este mismo momento estábamos en la suite, Alison y Analissa mirando la tele y Ale en su habitación. Papá se había encargado de que todas tuviésemos nuestras habitaciones y guardaespaldas de sobra para que no nos pasase nada, pero no sé qué es lo que había hecho Alexandra para convencer a papá de cambiarlos, algo me decía que estaba tramando algo, pero no tengo ni la menor idea de qué.
Por otro lado, llevo todo el día con una mala sensación en el cuerpo, como si algo malo nos fuese a pasar, y eso, junto con lo que estaba tramando Ale, hacía que me volviese paranoica, por lo que decidí ir a su habitación para preguntarle directamente, a pesar de que sé de sobra que no me dirá nada, pero espero poder descubrir algo que me diga que es lo que va a hacer. Salí de mi habitación y me dirigí a la de Ale, abrí la puerta lentamente y me apoyé en el marco de esta.
"No sé porque me da la sensación de que esta noche no te quedaras en la habitación." Dije intentando leer las reacciones de mi hermana, pero eso era prácticamente imposible viniendo de ella "¿Y qué es lo que te dice eso exactamente Megan?" preguntó sentándose al borde de la cama.
"No lo sé, ¿tal vez que cambiases los guardaespaldas que nos puso papá por unos en los que confías y que harán todo lo que tú les digas?" Era raro que Ale hiciese eso, nunca lo había hecho. Puede ser que Nueva York le esté afectando más de lo que esperaba, pero no creo que lo esté haciendo, se veía más tranquila de lo que estaba en Orlando.
"Eso no tiene nada que ver." Se levantó para ir a mirar por la ventana mientras yo entré y me senté donde hacia un par de segundos estaba ella sentada. "Claro que tiene que ver. Nunca cambiaste los guardaespaldas que papá nos envía" dije cruzándome de brazos "¿Qué haces aquí, Megan?"
"Tengo un mal presentimiento, Ale." Eso hizo que se girase, dejándome ver algo como preocupación, pero no sé por qué "¿De qué hablas?" se cruzó de brazos y se apoyó en la pared mirando en mi dirección "No lo sé, es como si algo malo pasase o vaya a pasar."
Alexandra suspiró y se sentó a mi lado pasándome la mano por los hombros y acercándome a ella haciendo que me sintiese algo mejor "No nos va a pasar nada. Los guardaespaldas están aquí para protegeros. Prefiero saber qué clase de gente tengo a mi alrededor que los de papá" dijo, y cuando dijo lo de protegernos, sabía que estaba tramando algo.
"¿Entonces me vas a decir a dónde vas a ir para vestirte así? Me recuerda a la ropa que usas cuando entrenas." Dije apartándome de ella "No voy a ir a ningún sitio, Megan." Se levantó de nuevo y miró por la ventana. No sé que es lo que estaba tramando, pero algo no me daba buena espina "Eso no te lo crees ni tú."
"Mira Megan, no tengo tiempo en este mismo momento para tus paranoias." Dijo dirigiéndose al armario "No son paranoias Ale. Te conozco y algo me dice que estás tramando algo" dije levantándome y cruzándome de brazos "A mí me da la sensación de que sí. Ahora quédate aquí y cuida de Alison."
"¿A dónde vas a ir? ¿No es que no ibas a salir?" pregunté empezando a enfadarme, porque odiaba que me ocultase cosas, no es algo que solíamos hacer y no me gustaba cuando lo hacía "Tengo que arreglar unos asuntos e ir a uno de los restaurantes de papá." Dijo cogiendo mochila y poniéndosela sobre el hombro "¿Y si vamos a cenar al restaurante?" pregunté intentando descubrir que tan peligroso podía ser lo que fuese a hacer "Ni de coña vamos a salir por la noche Megan."
"¿Entonces nos quedaremos encerradas en el hotel lo que queda de semana?" pregunté, porque a pesar de que esta ciudad me aterraba, no iba a quedarme encerrada en el hotel toda la semana "No, pero no pienso sacar a Alison del hotel por la noche, te recuerdo que los rusos están buscándola"
Sabía que eso era lo que la preocupaba más que nada, y también que es lo más probable que no la deje fuera de su vista ni un solo segundo, por eso sabía que estaba tramando algo cuando salía ahora mismo "Pero no dejaremos que le pase nada." Dije intentando que se tranquilizase por eso.
"Y por eso no saldremos por la noche." Dijo cerrando el tema "Todo lo contrario, a lo que vas a hacer tú." Ale rodó los ojos mientras yo me crucé de brazos delante de ella intentando de alguna manera evitar que saliese por esa puerta "Ya te dije que voy a arreglar un asunto y vuelvo. No voy a tardar tanto." Dijo tomando una respiración profunda y no enfadarse "¿Y no podrías aplazar eso para otro día?"
Ale tendía a ser terca y siempre hacía lo que quería. Sé que dijese lo que le dijese, iba a ir a donde sea que vaya a ir "No, no puedo. Ahora de verdad, me tengo que ir. Nos vemos más tarde."
Salió de la habitación y se fue, no sin antes despedirse de Alison y Analissa. Un par de minutos después, le dije a mi madre que saldría un rato y me dijo que tuviese cuidado. Si Alexandra pensaba que me iba a quedar quieta, estaba muy equivocada. No me iba a quedar de brazos cruzados, porque algo me decía que no iba a ir al restaurante como había dicho. Iba a salir de la suite cuando uno de los guardaespaldas de Ale me para.
"¿A dónde piensa que va señorita?" preguntó uno de los guardaespaldas "A dar una vuelta." Intenté darme la vuelta para dirigirme al ascensor, pero uno de ellos me pone la mano sobre el hombro "Lo siento, pero eso no se puede dar." Me giré lentamente dejándole ver que me estaba enfadando y que sería mejor que sacase su mano de mi hombro antes de que se quedase sin mano directamente "¿Y eso?"
"Ordenes de la señorita D'angelo." Dijo simplemente "¿Acaso no sabes quién soy yo?" Ambos se miraron, pero no tardaron nada en centrar la mirada en mí de nuevo "Claro, la hermana de la señorita D'angelo, pero insistió en que nadie entrase ni saliese de la suite, sobre todo que usted no saliese."
Si antes tenía la sensación de que Ale iba a hacer algo que no debería, ahora sabía con certeza de que lo iba a hacer, pero no se me ocurre el que, y menos que no me lo diga "No me puedes impedir eso." Me crucé de brazos "Lo siento, pero yo solo sigo ordenes de la señorita D'angelo."
"A la mierda la señorita D'angelo. Yo quiero salir." Dije preparándome para hacer lo que sea necesario para salir de este hotel y descubrir a donde iba a ir mi hermana "No lo voy a permitir, asique le recomiendo que entre en la suite y descanse hasta que vuelva su hermana."
El guardaespaldas, me dio un leve empujón y me metió dentro de la suite, cerrando la puerta en mis narices. Enfadada me dirijo a mi habitación sin prestar atención a la mirada que me están echando en este momento mi sobrina y mi madre, y pensar en un plan para salir de aquí, porque al parecer Ale no quería que saliese de aquí. Tenía más que claro que la iba a seguir, es demasiado inteligente para no haberse dado cuenta, pero no me iba a dejar vencer así de fácil.
Estuve dando vueltas por un par de minutos en la habitación, hasta que en el hotel de en frente veo unas escaleras de emergencia, por lo que supongo que el nuestro también las tiene que tener. Me acerco a la ventana y veo que hay unas, pero que en ellas también hay un guardaespaldas, por lo que doy un par de vueltas más pensando en lo que puedo hacer para seguir a Ale a donde quiera que sea que vaya. Cuando se me ocurre un plan, abro la ventana lentamente, salgo por ella, me acerco lentamente a él y le doy un golpe en el cuello dejándolo inconsciente por unos minutos.
Rápidamente bajo las escaleras y a lo lejos puedo ver a Ale con personas a su alrededor. Me acerco un poco para poder escuchar que es lo que está planeando y cuando estoy suficientemente cerca, me escondo y presto atención.
"Señorita, va a ser complicado no darles a las chicas. Si es como usted dice, allí habrá mucha gente y en cuanto escuchen disparar se volverá un caos." Dijo uno de los chicos que estaban con ella, y desde aquí podía ver que el enfado de Ale había aumentado "Eso me da exactamente igual, cómo alguien dispare a una sola chica, el que acabará muerto será él." dijo poniéndose el chaleco antibalas y metiendo el cargador en su arma.
"¿Por qué quiere entrar allí dentro? Ese lugar es frecuentado por los rusos." Preguntó otro hombre, lo cual hace que frunza el ceño sin entender completamente a donde iba esto "¿Me vas a decir que le tienes miedo a los rusos?" preguntó Ale, asegurando una pistola en su muslo y una metralleta en la espalda "No, pero…" "Entonces te callas y vas a hacer el puñetero trabajo porque si no acabarás tres metros bajo tierra como la mitad de malnacidos que habrá allí dentro."
Y en ese momento todo encaja en mi cabeza. Ale estaba planeando entrar en el lugar en el que habíamos estado secuestradas hace años y por muchos años. No sé qué es lo que pretende hacer. ¿Meterse en la boca del lobo? No iba a permitir que se metiese allí dentro, no teniendo una hija esperando por ella. La gente que estaba a su alrededor estaba yéndose a distintos coches y es en ese momento en el que salgo de mi escondite y me dirijo junto a mi hermana.
"¿Así que eso es lo que estás planeando? ¿Entrar allí dentro y ponerte en la mira de los rusos?" dije enfadada de que mi hermana fuese a arriesgar su vida y ponernos más en la mira de los rusos "¿Qué mierda haces aquí Megan?" Preguntó Alexandra enfadada de verme, pero ella mejor que nadie tenía que saber que unos guardaespaldas me iban a detener "¿De verdad esperabas que unos guardaespaldas me detuviesen? ¿Mejor por qué no respondes a mi pregunta? ¿Por qué mierda quieres ir al club de los rusos?"
"No tengo por qué darte explicaciones Megan. Mejor vuelve a la habitación." Dijo dándose la vuelta, pero la agarré del brazo y le di la vuelta "Ni de coña pienso dejarte ir allí a ti sola." Dije "No voy sola." Suspiré un segundo para no explotar en este mismo momento aquí, no quería tener que golpear un poco de sensatez en esa cabeza dura de mi hermana "Vas con unos tipos que tienen dudas de entrar allí dentro, y con razón, porque es la fortaleza de los rusos. ¿Es que acaso te has vuelto loca?"
"Piensa lo que quieras, pero no puedo permitir que esas chicas estén ahí dentro como lo estuvimos nosotras. ¿Es que no entiendes?" dijo y la entendía, pero tampoco iba a permitir que arriesgase su vida, no cuando tenía una hija, en tal caso iría yo sola a salvar a esas chicas "Lo entiendo, pero tú no deberías ir. Por dios Ale, tienes una hija."
"No me pasará nada. Sé lo que estoy haciendo." Dijo, y tengo más que claro que lo sabía, pero igualmente seguía siendo un riesgo elevado. Por lo que había oído, desde que logramos escaparnos habían aumentado la seguridad, y si esos hombres no estaban seguros de poder entrar dentro del club, Ale no tenía todas con ella "No estoy tan segura de eso, por lo que voy contigo."
"Vamos, no tienes ni chaleco." Me giré en busca de uno cuando veo a un chico cerca de mi edad metiendo el cargador en su arma "Hey, tú, ven aquí un segundo." El chico queda mirando para nosotras, pero se acerca lentamente hacia nosotras mirándonos sin entender nada.
"Dame tu chaleco y arma." Dije estirando mi mano "No puedo hacer eso…" dijo. Se podía notar que no tenía ni la menor idea que hacer, pero lo que tengo más que claro es que no iba a dejar ir a mi hermana sola "Lo vas a hacer si no quieres que te dispare entre las cejas."
Empezó a sacarse el chaleco y todas las armas que tenía encima y me las fue pasando lentamente mientras yo me las ponía. Una vez acabé de ponerme toda encima, me giré hacia mi hermana que prácticamente estaba asesinándome con la mirada.
"Ahora ve a las escaleras de emergencias del último piso y asegúrate de que nadie entre en esa habitación. Más te vale prestar atención, no como el que estaba, porque como le pase algo a la niña o a la mujer, acabareis muertos los dos ¿entendido?"
Asintió y con eso, el chico se fue por la dirección en la que yo misma había aparecido hace rato y yo empecé a caminar hacia el coche que tenía cerca y me metí dentro. A los pocos segundos Ale entra y empieza a conducir.
"¿Desde cuánto tiempo llevas pensando en hacer esto?" pregunté mirando por el parabrisas "Desde que papá nos dijo que nos vendíamos de viaje." Dijo como si nada, y a pesar de que nos habíamos enterando poco menos de un día antes de marcharnos, me decía que no había dormido demasiado las últimas noches.
"No entiendo cómo no me dijiste nada antes." Suspiré y cerré los ojos por unos segundos "¿No aguantas la idea de estar aquí y pretendes que te metiese en el club? Ni muerta lo haría, ya llega lo incómoda que estás aquí"
A pesar de que tenía razón que no aguantaba estar aquí, eso no implicaría que la fuese ayudar. Si destrozábamos el club tenían un club menos donde hacer esas atrocidades "¿Y qué pasa si los rusos están ahí?"
"Me gustaría que estuviesen ahí, pero papá nos mandó aquí para mantenernos lejos de ellos que ahora mismo están en Italia." A pesar de que era lo más probable, siempre había una pequeña oportunidad que alguno de los dos estuviese aquí, y no quería arriesgarme a eso. "Nos quería lejos de ellos, lo que no entiendo es por qué." Pregunté "Porque no quiere que nos metamos en líos ni nada por el estilo."
Rodé los ojos porque era una estupidez, lo único que queríamos era acabar nosotras mismas con los tipos de nuestras pesadillas, y ese derecho no nos lo debería arrebatar nadie, ni siquiera papá "Pero ese es nuestro problema, no el de él."
"Lo sé, pero como dijo en su día, no quiere que nos metamos en el mundo de las mafias, que es muy arriesgado. Es estúpido pensar que una mafia puede ser peor de lo que ya pasamos." Asentí, no me podía imaginar cosas peores que estar encerradas durante doce años y ser violadas y golpeadas brutalmente
"En eso estoy contigo. Ahora mejor cuéntame que es lo que vamos a hacer allí dentro, porque supongo que tendrás un plan ¿No?" Sabía que había rodado los ojos, no me hacía falta verla. Claramente Ale siempre tenía un plan antes de hacer algo. "¿Puedo saber cuál es el plan entonces?"
El trayecto hacia ese club, Ale me estuvo contando todo lo que teníamos que hacer, y debo admitir que era un buen plan, pero la mala sensación que tenía hace rato, aumentó y no tengo ni la menor idea de que mierda quiere decir.
"Si no quieres estar aquí entendería que te fueses Megan. No quiero que pases por esto de nuevo." Dijo "No me pienso ir, para ti tampoco debe ser fácil y vas a sacar a esas chicas igualmente, asique no me pidas que me vaya, porque no lo pienso hacer."
Ale solo se encogió de hombros, como si esto no fuese nada para ella, cuando probablemente era mucho peor de lo que me parecía a mí, solo esperaba que esto la ayudase de alguna manera con sus pesadillas al menos.
"Solo digo, ahora por favor, no te separes porque estoy segura de que nos cruzaremos con gente que conocemos." Eso era lo mejor que nos podía pasar a cualquiera de las dos, al menos podíamos asesinar a los tipos que nos habían hecho daño. "No te preocupes, estaré bien y encantada de poder acabar con ellos. Algo bueno saldrá de esto, al fin y al cabo, menos pervertidos en el mundo y menos gente buscándonos."
Bajamos del coche y nos dirigimos al maletero para coger las armas. Si algo habíamos aprendido en estos años era a manejar un arma y a pelear cuerpo a cuerpo, no íbamos a dejar que nadie nos pusiese una mano encima y mucho menos a Alison, era nuestra vida y ni yo ni Ale dejaríamos que no disfrutase de su infancia, eso lo teníamos más que claro.
Una vez repasamos el plan, entramos en el club, y a pesar de que Alexandra quería entrar la primera de todos, no la dejé. No iba a permitir que sus ansias de sacar de allí a esas chicas le hiciesen hacer una tontería y le hiciesen daño. No iba a dejar que mi sobrina quedase sin madre tan pronto.
Nada más entrar, lo único que se escucha son disparos y gritos de todo el mundo y entre yo y Ale, empezamos a disparar a esos tíos que hace años nos violaron y se reían de nosotras. No es que me sintiera mejor por matarlos, pero me quedaba más tranquila sabiendo que mi sobrina estaba en un mundo menos peligroso con esos asquerosos babosos sueltos.
"Ale, es mejor que nos separemos en las habitaciones." Se giró con cara de pocos amigos, pero era la mejor estrategia que podíamos tener en este mismo momento. Cuanto antes llegásemos a las habitaciones, menos posibilidades tenían esos tipos de violar a las chicas "Ni de coña Megan."
"Piénsalo, así evitaremos lo que le están haciendo a esas pobres chicas." Estoy segura de que ella sabía que era el mejor plan, pero eso no implicaba que le gustase, y aunque creyese que a mi si, era todo lo contrario. "No me gusta ese plan."
Cogí su mano e hice que mirase para mi "Ale, estaré bien. Estaré al otro lado del pasillo." Cerró los ojos por un momento y suspiró dándome un pequeño movimiento de cabeza "Cualquier cosa que veas rara y me avisas"
Asentí y luego de eso, empecé a entrar en habitaciones y a disparar a los tipos que estaban con las chicas. Sé por sus caras que no querían tener a esos tipos cerca, y a pesar de que tenía ganas de vomitar, me las aguanté y acababa con eso tipos.
Habitación, por habitación, iban quedando menos pervertidos, pero al entrar en la última habitación y acercarme a la chica para tranquilizarla, alguien me dispara por la espalda haciendo que caiga sobre la cama, pero escucho como en nada aparece Ale, acaba con ese tipo y viene rápidamente a mi lado.
"¡¡¡¡MEGAN!!!! No, no, no…" Podía escuchar su pánico, y a pesar de que en todo momento solía mantener la calma, en este momento estaba entrando en pánico. "Mierda, cómo duele."
Escuché como suspiró de alivio y sé que estaba pensando lo peor, siempre lo hace desde que la conozco, y eso es básicamente desde que estuvimos aquí encerradas años, y lo peor es que en este momento el teléfono le estaba sonando con insistencia y parece que ni siquiera lo escuchaba.
"Mierda, me acabas de meter el susto de mi vida." Dijo dándome la vuelta para poder verme el rostro "Lo siento, ahora haz el favor de contestar el puñetero teléfono que va a explotar con la insistencia de quien está llamando." Por la cara que puso, sabía que ni se había enterando de que estaba sonando. Ella lo saca del bolsillo mientras yo me siento en la cama. Cuando mira quién es el que está llamando, veo que su cara cambia a una de prácticamente pánico, lo que hace que preste más atención.
"Alison ¿está todo bien?" La preocupación crece en las dos, porque Alison no llamaba a no ser que fuese algo importante, no era muy fan del móvil para la época en la que vivíamos, pero Alexandra le había insistido en que llevase uno con ella y la llamase siempre que necesitase ayuda. Le gesticulé para que pusiera en altavoz y la chica que estaba con nosotros se fue de allí dentro junto a las demás debo suponer.
"Cariño, dime que es lo que pasa, ¿te encuentras bien?" dijo lo más tranquilamente que podía Ale "Yo sí, pero la abuela no para de llorar." Las dos nos miramos por unos segundos preguntándonos que coño estaba pasando para que nuestra madre estuviese llorando. "¿Cómo que no para de llorar? ¿Qué es lo que le pasa?"
Ambas empezamos a levantarnos para salir de allí y dirigirnos al hotel y descubrir que mierda estaba pasando ahora "No sé, tampoco habla, y la tía no está en casa y no sé qué hacer para que se sienta mejor. ¿Podrías venir a casa?"
Ambas podíamos escuchar las lágrimas en la voz de Alison, lo que hacía que Alexandra apartase a todo el mundo de su camino hacia la salida, en este momento lo que más le importaba era llegar al hotel y tranquilizar a su hija. "Voy ahora mismo, cariño." Dijo "Hasta ahora mami."
Colgó el teléfono y en pocos segundos más tarde salimos del club. Estaba preocupada de lo que le pasaba a mamá. Nunca la había visto llorar, era una mujer feliz desde que nos acogió, y esto no encaja con su persona. Sólo espero que nadie entrase en la suite y nadie se atreviese ponerle una mano a cualquiera de las dos, porque entonces sí que nos conocerían.
"Hey, llevad a las chicas al hotel." Dijo sin girarse "¿Usted a dónde va?" preguntó alguien, pero no nos paramos a mirar quién era "Que no les falte nada, yo corro con los gastos." Abrió el maletero y metimos las armas más grandes en el mientras que las pistolas las llevábamos nosotras.
"¿Está segura?" Ale se giró con su mirada llena de ira, lo que hizo que el hombre se fuese un paso hacia atrás "Haced lo que os digo, y ya os advierto, como alguien toque a alguna de estas chicas, acabará bajo tierra, ¿entendido?"
Todos asintieron y nosotras nos metimos en el coche. No tardamos mucho en llegar, y es un milagro que no nos estampáramos contra algo, porque íbamos al doble o al triple de lo permitido en la carretera, pero ahora me queda claro que Alexandra es buena al volante.
Nada más llegar, bajamos del coche rápidamente y subimos a la suite, pero antes de que el ascensor llegase a nuestra planta, me doy cuenta de que Alexandra tiene manchas de sangre por la chaqueta y alguna en el pantalón.
"Ale, Ale… no puedes entrar así." Dije cogiéndola del brazo para evitar que entrase en la habitación y las asustase más de lo que parecía que estaban "¿Qué mierda te pasa ahora Megan?" se giro mirando para mi enfadada "No creo que quieras asustar a tu hija con la sangre que llevas encima."
Miró para sí misma y es cuando se dio cuenta de la sangre que tenía encima. No tardó nada en coger el teléfono y llamó alguien. No entiendo nada de lo que dice de tan rápido que está hablando, ahora solo espero que esa persona haya entendido algo, porque si no se enfrentará a una Alexandra enfadada, y no es agradable que ella se enfadada. Cuando llegamos a nuestro piso el guardaespaldas al que le había dado hace rato está ahí con un montón de ropa.
"Giraos, y como vea a alguno de vosotros mirarnos tendréis una bala en el entrecejo." Hicieron lo que le dijo y rápidamente nos cambiamos metiendo la ropa en la mochila en la que la había traído la que teníamos ahora puesta. Ale, no tardó nada en entrar y yo la seguí. Nos dirigimos al salón donde estaban antes de que nos fuéramos y veo que tanto mi madre como Alison están llorando. Nos acercamos a ellas y Ale abraza a la niña mientras yo me arrodillo en frente de mi madre.
"Mamá, ¿Por qué lloras?" No contestó lo que hace que nos preocupemos más. No sé qué es lo que mierda había pasado para que tanto Analissa como Alison estuviesen llorando, y por la cara de Alexandra tampoco tiene ni la menor idea.
"Princesa, ¿Por qué lloráis?" preguntó cogiendo a Alison en brazos y pasándole la mano por la espalda para calmarla "La… la abuela no para…y… y no sé qué hacer." Ale empezó a moverse por la habitación para calmarla "No te preocupes, ya estamos nosotras aquí. Pero, ¿te encuentras bien?" la apartó para verla bien y asegurarse de que era verdad "Si."
"Entonces, ¿por qué no te vas a poner el pijama y voy a buscarte dentro de un rato para cenar." La niña asintió y se fue a su habitación para hacer lo que su madre le había dicho. En cuanto Alison entró en su habitación y cerró la puerta, Alexandra se gira para centrarse en mamá que seguía llorando, pero no hablaba.
"Mamá, ¿Qué es lo que pasa? ¿Pasó algo mientras no estábamos aquí?" No recibimos ninguna contestación, y si ya estaba preocupada, ahora lo estoy más. Ale coge el móvil de su mano y se pone a mirar lo que sea que hay en la pantalla mientras yo pienso en que mierda pudo haber pasado para que mamá esté así.
"Mamá, necesitamos que nos cuentes para que te podamos ayudar. ¿Te encuentras mal? ¿Qué es lo que pasa?" pregunté acunclillandome delante de ella y que me mirase "Megan…" pregunté sin apartar la mirada de mamá "¿Qué?"
"Tenemos que volver a Italia." Dijo "Papá nos mata si volvemos. Además, dijo que vendría en cuanto acabase." Dije sin prestarle demasiada atención a lo que decía mi hermana "Ese es el problema."
En cuanto escucho eso, elevo la mirada hacia ella, porque no estaba entendiendo nada "¿De qué coño estás hablando?" Giró la pantalla del móvil mientras mi madre lloraba más fuerte, y eso no podía ser cierto…. Papá no podía estar muerto… esto no nos podía estar pasando.
"Esto no tiene que ser verdad… Papá no puede estar muerto…" En ese momento empieza a sonar el teléfono de Alexandra, que no tarda en contestar y le pido que ponga en altavoz, porque me quiero enterar de que mierda está pasando. Esto no puede ser cierto.
"Buenas noches, ¿Alexandra D'angelo?" dijo el hombre al otro lado de la línea "Soy yo, ¿Quién es?" preguntó empezando a andar de un lado para otro "Buenas tardes, soy Hugo Caprio, siento interrumpir sus vacaciones con su familia." Podía ver que Ale estaba llegando al punto de enfado y estrés, lo cual no era lo mejor para nadie en este momento.
"¿Quién coño es?" preguntó frustrada "Agente de la DEA." Nuestras miradas se encuentran por unos segundos preguntándonos por qué el agente de la DEA es el que nos está llamando para decirnos que mi padre había muerto "¿Por qué llama?"
A pesar de que sabíamos por qué llamaba, nos negábamos a creer lo que habíamos leído, no podía ser posible "Lamento darle esta noticia por teléfono, pero esta tarde su padre estaba en el restaurante y empezaron a disparar hacia este. Su padre intentó poner a salvo a los clientes y acabaron asesinándolo."
Mamá empezó a llorar de nuevo e intenté consolarle de alguna manera. El enfado de Ale era palpable en todo el salón "¿Quién?" preguntó tranquilamente, lo cual no era bueno "Creemos que una mafia rusa. Estamos haciendo todo lo posible para encontrar a los culpables de esto y meterlos entre rejas por sus crímenes…"
Ya ni dejó que continuase hablando, colgó y dejó el móvil en la mesita mirando hacia la nada. Esto no podía ser. Los puñeteros rusos habían matado a Francesco… No pude evitar echarme a llorar, porque a pesar de que no éramos hijas biológicas de Francesco y Analissa, ellos nos habían cuidado todos estos años y nos demostraron todo su amor cuando ni al principio dejábamos que se acercasen a nosotras.
Alexandra se acercó a nosotras, nos abrazó a las dos y estuvimos llorando allí hasta que logré calmarme un poco.
"¿Te puedes quedar con mamá mientras voy a por unos calmantes?" dijo en un susurro. Asentí y ella se levantó, pero no sin antes mirar para mi "¿Vas a estar bien?" preguntó, y a pesar de que en este momento no tenía que centrarse en mí, lo estaba haciendo lo cual apreciaba "Sí, no te preocupes."
Asintió y salió del salón y se dirigió a su habitación para coger los calmantes, que no sé por qué los tiene con ella, pero eso se lo preguntaría en otro momento. Lo más importante en este momento era que mamá se calmase y acabar con esos rusos de mierda.